Perfil. Desempeñó labores de gestión al ser director provincial de Educación en Salamanca y Valladolid. Luego, fue nombrado catedrático en Didáctica por la UVA. Entre medias, tuvo un paso por la política cuando en 1980 fue secretario general de la Preautonomía en Burgos.

Le encontramos en plena mudanza en la nueva sede de la Universidad Internacional Isabel I de Castilla, ubicada en los pisos superiores del Palacio de Congresos del Hotel Abba. No quiere oír la palabra vacaciones porque le espera un verano de mucho trabajo para tener todo listo en el inicio del curso, el 1 de octubre. Isidoro González (Zaragoza, 1940) lleva toda una vida vinculada a la educación desde que en 1968 se convirtió en agregado de instituto para el año siguiente ser catedrático en la especialidad de Geografía e Historia.

¿Que le convenció para ser el rector de una universidad diferente, donde prima el aprendizaje electrónico, gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación?

Desde el primer momento, me llamó la atención de que se trataba de un proyecto con una gran originalidad, al ser hispano portugués. Por tanto, respondía a los criterios que marca la Junta de Castilla y León de tender lazos entre la Comunidad y el país vecino. Me pareció, también, muy importante la enseñanza ‘on line’ pero no simplemente como enseñanza a distancia sino, sobre todo, la metodología ‘on line’. Es decir, que las nuevas tecnologías tienen su propio lenguaje que es distinto de las enseñanzas tradicionales.

¿Por qué era tan importante para Castilla y León?

Como persona vinculada a la educación desde hace muchos años, si hay una riqueza propia de la Comunidad Autónoma es la cultural y educativa. Esta Universidad es una empresa cultural y educativa de Castilla y León que, además crea puestos de trabajo.

¿Qué sintió la semana pasada al conocer el visto bueno definitivo del Consejo de Gobierno de Castilla y León?

Sentí dos cosas pero no solo a nivel personal sino en nombre de lo que represento, tanto un grupo humano empresarial como profesional-docente. Por un lado, alegría y por otro, responsabilidad.

¿Por qué ha tardado tanto la puesta en funcionamiento de la Universidad?

El trámite administrativo en sí mismo es largo. Crear una universidad es complicado porque estamos ante un proyecto muy importante.

¿Por qué se ubica en Burgos y no en otro lugar?

Primero, porque el equipo empresarial, promotor de la Universidad, es burgalés. De las grandes capitales de provincia de Castilla y León, Burgos era la única que tenía una sola universidad. Valladolid y Salamanca tienen dos (una pública y otra privada) mientras que León tiene la pública y una sección de una norteamericana.

¿Qué superficie tienen las instalaciones de la Universidad en el Palacio de Congresos del Abba?

Tenemos alquilados unos 6.000 metros cuadrados, ampliables a otros 6.000. En cualquier caso, somos ‘on line’ por lo que los metros cuadrados importan menos que una buena red informática y una plataforma de primer nivel.

¿Cuál fue el momento más complicado en todo este tiempo?

El año pasado cuando creíamos que estábamos a punto de lograr la autorización, pero luego no llegó. Fue el momento más duro pero la tristeza duró días porque ya estábamos reimpulsando el proyecto con los nuevos requerimientos de la Junta.

¿Por qué la previsión era comenzar a funcionar en octubre de 2012?

Correcto. Al final, no pudo ser porque la Junta precisó de unos últimos requisitos. Estaba en nuestros ánimos, comenzar el año pasado pero no fue posible.

¿No deja de ser un plus de legitimidad el hecho de que la administración solicitara más garantías con las que la Universidad Isabel I ha cumplido?

Por supuesto. Ese plus de responsabilidad es la mejor garantía.

¿Por qué ha habido tantas críticas con su universidad?

No puedo entender por qué ha habido críticas. Es cierto que siempre se escuchan más las críticas. También ha habido mucha gente que nos ha apoyado con esta idea. Hemos tenido más felicitaciones que críticas.

¿Las críticas que más le han dolido son las que vinieron desde las propias universidades públicas de Castilla y León?

Yo diría que sí, sobre todo de algunos sectores universitarios. Tengo que destacar que ha habido muchos apoyos entre la Universidad de la Comunidad. Hay una cosa clara: si toda la Universidad hubiera estado en contra de este proyecto no habría salido adelante. Mucha gente del grupo colaborador que trabaja en la Isabel I es de Castilla y León y de Burgos, en un 70%. Y hablamos de doctores y profesores universitarios.

¿Tal vez esté relacionado con el actual momento de debate de la universidad pública, inmersa en una reorganización y en el diseño de un nuevo mapa de titulaciones?

En un momento de crisis general, que obliga a muchos recortes y replanteamientos, la gente ve con dudas o con recelo que aparezca un proyecto. Pero hay que recordar que esta idea nace hace 5 años, cuando en ese momento no había ninguna idea de recortes.

¿Habrá acercamiento y colaboración con las 4 universidades públicas de la Comunidad?

Tiene que haber ese acercamiento. Una vez que nosotros somos una universidad, no tiene sentido que no haya cooperación y entendimiento.

¿Ha hablado con el rector de la UBU, Alfonso Murillo?

Todavía no. No he tenido la oportunidad. Hemos salido en el Boletín Oficial del viernes de la semana pasada y ha sido imposible. Hoy (por el martes) he firmado una carta dirigida a los rectores presentándonos y para prestar nuestro apoyo en todas las tareas científicas y docentes.

¿Han recibido alguna ayuda económica pública?

No. En absoluto. Es importante que la sociedad sepa que quien diga que hemos recibido ayuda económica pública falta a la verdad. La Universidad Isabel I es una empresa totalmente privada, con recursos propios en su más absoluta integridad.

¿Qué presupuesto tienen?

No lo sé. Es un asunto del gerente pero es una inversión importante.

¿La aprobación por parte del Consejo de la Junta puede interpretarse como una manera de favorecer la enseñanza privada antes que la pública?

Me gustaría saber por qué. Insisto, no ha habido ninguna subvención.

Desde la aprobación de la Junta, ¿ha aumentado el número de prescripciones?

Hemos empezado el lunes con las preinscripciones y se prolongarán hasta finales de septiembre.

¿Cuántas personas se habían interesado por vuestra Universidad y solicitado información?

Centenares de personas. Hemos contabilizado deseos concretos de matriculación unos 600 alumnos, además de otros 1.800 que se interesaron. Luego, finalmente, no se sabe cuántos serán.

¿Con qué número de alumnos se sentirían satisfechos en el primer curso?

Normalmente, otras universidades ‘on line’ que comienzan lo hacen con 400 o 500 alumnos. Es cierto que las fechas en que hemos empezado no son las más apropiadas. La Junta nos ha aprobado la Universidad en julio y no es lo mismo que cuando comienza a funcionar en abril, con más tiempo para darse a conocer. No podemos calibrar de forma ajustada cómo va a responder el alumnado.

¿Qué procedencia tienen estas personas que han mostrado interés por sus estudios?

De toda España, Iberoamérica así como países lusófonos. Es otra razón para no entender la crítica entre algunos sectores de las universidades públicas de Castilla y León. Nuestros horizontes son más amplios que una universidad presencial.

¿Se matendrán todos los grados ofertados, independientemente del número de alumnos?

Hemos adquirido un compromiso público y se mantendrá, haya más o menos alumnos

¿Cuántos puestos de trabajo ya se han creado?

Entre ingenieros, personal administrativo, diseñadores gráficos y pedagógicos, profesores y consultores, superamos los 70. Pero, cada día, aumenta por que la comisión de profesorado recibe curriculums.

¿Cuántos profesores tienen?

Entre profesores y consultores, que son necesarios en una universidad ‘on line’ cerca del medio centenar que trabaja en verano, con la elaboración de programas. En este momento, son suficientes porque solo habrá un curso pero cuando haya más, el número deberá aumentar.

¿Cuál es la procedencia?

La mayor parte de Castilla y León y, sobre todo, de Burgos.

¿Esta Universidad busca llenar un hueco que había en Castilla y León?

Sí. El hueco de la enseñanza con nuevas tecnologías, más allá de nuestras fronteras.

¿Cuántos castellanos y leoneses estudian en universidades ‘on-line’?

En la actualidad, la cifra ronda los 5.000 alumnos, por lo que es un número muy importante.

¿La calidad de la formación universitaria ‘on line es equiparable a la presencial?

Por supuesto, pero con otros condicionantes, objetivos y sujetos. La palabra equiparable es la más acertada por que la universidad ‘on line’ no es igual a la tradicional, de toda la vida.

¿Revolucionará este tipo de formación, al igual que lo fue en su momento la universidad a distancia?

Yo creo que sí. Esto es una universidad a distancia muy cercana. Las nuevas tecnologías acercan. Puedes ver y oír a la persona. Por ejemplo, el Skype permite crear un grupo entre varias personas. Facilita el trabajo cooperativo y en común. Castilla y León es una de las Comunidades con más núcleos de población dispersos y una universidad de estas características cumple una función clave.

¿Habría nacido esta universidad sin el actual panorama de crisis económica?

Sí. El proyecto se remonta a 2008, cuando nadie pensaba en esta crisis.

¿Es la enseñanza una vía de negocio? ¿Se puede hacer rentable?

Nadie aspira a que la enseñanza sea un negocio. Y desde luego esta Universidad no se concibe como un negocio. Otra cosa es que la empresa no se monta para perder dinero. Hay una altura de miras que está por encima del negocio.

¿Es viable la universidad pública, tal y como está concebida hoy en día, con el debate de que cuatro instituciones públicas son demasiadas?

Lo público siempre es viable. No creo que 4 universidades públicas sean demasiadas. En cuanto a las duplicidades de los grados, puede estar justificado en algún caso pero tampoco es inamovible. Las universidades públicas, como cualquier institución, necesitan recrearse y readaptarse a las nuevas situaciones. Yo soy profesor de la enseñanza pública, y lo he sido desde 1968, y soy un fidelísimo servidor de lo público. Pero antes del criterio de lo público, está el criterio de lo educativo.

¿Cuentan ya con convenios con universidades extranjeras?

Más que con universidades, con departamentos y facultades como la de Bolonia, Évora, del Instituto Piage, alguna chilena. Hay contactos con Venezuela, Colombia y Méjico, entre otras.

¿Por qué ha habido críticas de que su universidad privada no se sometía a las mismas condiciones que a las públicas?

No lo sé. Nos sometemos a los mismos criterios que otras universidades. El mapa de titulaciones es otra cosa porque nuestro ámbito no se limita a Castilla y León y porque somos una universidad ‘on line’. No tendría sentido este mapa de titulaciones para universidad no presencial.

¿Y por la falta de experiencia académica de los promotores de la Universidad, la empresa Campus Educativo de Castilla y León?

Pienso que eso es desconocer la realidad porque lo que hace la Universidad es, por supuesto, su empresa pero lo más importante es el profesorado. Nuestros socios portugueses son una cooperativa de profesores mientras que muchos de los españoles proceden del ámbito de la educación. Todos los profesores tienen experiencia universitaria y contamos con un número de doctores superior a la media española.

¿Qué criterios han tenido en cuenta para la selección del profesorado, por el hecho de ser una universidad ‘on line’?

Nos hemos fijado en unos buenos currículums universitarios, además de poseer el título de doctor y estar acreditados por la Agencia de Evaluación de la Calidad. También, que hayan seguido con aprovechamiento los cursos en la plataforma ‘on line’.

¿Con cuántos grados y masters arranca la Universidad?

Los grados son de Derecho, Dirección y Administración de Empresas, Criminología, Ciencias de la Actividad Física y Deporte, Nutrición Humana y Dietética, Ingeniería Informática, Psicología, Educación Primaria, Educación Infantil, Geografía e Historia. El máster es en Educación Secundaria.

¿Por qué se ha pasado de los 15 másteres a solo 1?

Hay otro a punto de aprobarse en Prevención en Riesgos Laborales y dos más con la memoria preparada. Tampoco hay que abarcar demasiado porque tenemos que empezar de una manera coherente. Once titulaciones de inicio está bastante bien, sobre todo teniendo en cuentas las fechas en que hemos contado con el visto bueno. 

¿Por qué no ha salido adelante la Escuela Politécnica con los grados de Arquitectura y el de Diseño en las especialidades Gráfico, Moda y Videojuegos?

Este primer año, solo habrá el Grado en Ingeniería Informática. El de Diseño lo tenemos terminado y podría empezar como título propio mientras que el de Arquitectura se está reelaborando.

Uno de los puntales de esta Universidad es el servidor informático. ¿Dónde se encuentra?

Está en Alemania, muy bien custodiado para evitar posibles ataques de ‘hackers’. Además, aprovecho para anunciar que en breve habrá un máster en seguridad informática.

¿Qué tipo de estudiante busca atraer la Isabel I de Castilla?

Nosotros pensábamos en personas adultas que se querían reciclar, desde el punto de vista académico y profesional, o estudiantes con dificultades para acceder a la formación presencial. Pero nos está sorprendiendo que estos nuevos grados (Psicología, Crimininología, Nutrición y Ciencias del Deporte) también atraen a gente joven.

¿Dónde serán las plazas presenciales?

Habrá centros asociados por toda España.

¿Cuántos centros colaboradores tienen?

Unos 120 porque hemos firmado conciertos con multitud de centros educativos y asociaciones. Allí, tendrá que desplazarse un profesor o un tutor colaborador de estos centros.

¿Qué precio de crédito tendrán los grados?

Están colgados en la página web de la Universidad. Entre 58 y 78 euros, en función de si hay más o menos presencialidad.

¿Es el triple que una universidad pública?

Claro. Eso es la mejor prueba de que no tenemos financiación pública. Hay descuentos por la matrícula este primer año.

¿Por dónde pasa el éxito de una universidad privada on line, hoy en día?

Por la eficacia. Por conseguir los objetivos formativos y lograr que la enseñanza ‘on line’ sea equiparable a la presencial.