De nada le ha servido alAyuntamiento de Burgos recurrir en contra de sus propios vecinos, como tampoco le valió la táctica de no contestar a sus reclamaciones durante años. Es más, por esto último ha acabado condenado en el largo pleito de las goteras de la plaza Santiago. La Sala de lo Contencioso Administrativo de Burgos del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha desestimado íntegramente el recurso municipal contra la sentencia que en diciembre le ordenó realizar «en el plazo prudencial de 3 meses» las obras necesarias para poner fin a las filtraciones, «consecuencia de la mala ejecución de las obras» por parte de Ferconsa (Ferrovial Conservación). Más en la edición impresa o aquí.