El Mesías, un regalo navideño

María Pilar Arlanzón Pablos
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La masa coral, durante la interpretación en el Fórum. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La Obra Social ‘La Caixa’ y la Fundación Caja de Burgos nos brindaron la oportunidad de disfrutar, una vez más, de una singular velada musical de la mano de Haendel con su Mesías en el magnífico marco del Fórum Evolución. El programa contenía todos los elementos necesarios para que el resultado fuera el éxito conseguido.
El Mesías es la obra más famosa y universalmente conocida de Haendel. Es un Oratorio único, diferente a los demás en su género, es una obra muy personal. Se puede decir que es un oratorio épico desprovisto de acción dramática externa, cuyo fin es la contemplación devota y, aunque su libreto procede de las Sagradas Escrituras, su finalidad no es litúrgica.
Se trata de un drama musical basado en la vida de Jesús, que consta de tres actos con sus correspondientes escenas: 1) Adviento y Navidad en donde destaca una intensidad sonora muy relevante. 2) Pasión, Resurrección y Ascensión, destacando el dolor y la tristeza al inicio, que se tornan en júbilo con el ‘Aleluya’ magnificado por el Coro junto a timbales y trompetas. 3) La Victoria de Cristo sobre la muerte, el Juicio Final y el Amén que cierra el Oratorio.
Musicalmente tiene dos componentes básicos: el instrumental, circunscrito a la sinfonía introductoria y a la ‘Pifa’ (del italiano gaita) que pone en escena a los pastores y el vocal con sus arias, duetos, recitativos y el Coro.
La parte instrumental corrió a cargo de la Orquesta Barroca de Sevilla, creada en 1995 y que se dedica, básicamente, a la música antigua. Orquesta muy bien trabajada y que emplea toda su energía en expresar el auténtico mensaje que Haendel volcó en la partitura. Muy acopladas todas las familias resaltando la gran riqueza cromática y arropando con delicadeza a las voces solistas y al coro. Una interpretación dignísima.
La parte vocal  corrió a cargo de los cuatro solistas que exige la partitura y el coro.
La soprano  Sonia de Munck ofreció una más que notable interpretación, mostrando  una voz excepcional, con brillo y un gran registro. Destacaría en el primer acto su magnífico pasaje  de los pastores Gloria a Dios en las alturas y el aria que abre el tercer acto.
Es de destacar la figura del contratenor Carlos Mena, uno de los más admirados por su ‘voz de natura’ y su perfección técnica, que unido a un minucioso trabajo y reflexión hace que su voz trascienda el ámbito de lo espiritual. Mena nos dejó unas pinceladas de lo que representa la voz de contratenor  en la interpretación musical.
El tenor Fernando Guimaraes brilló desde el inicio en el Arioso Consolad a Sión, ofreciendo con tono cálido y patriarcal la profecía de Isaías. Se mantuvo a un gran nivel en todas sus intervenciones.
El bajo José Antonio López tuvo sus momentos de brillantez, como en el acto primero cuando glorifica la luz que iluminará las tinieblas, en el Aria Por qué las naciones luchan del segundo acto  y en el magnífico Recitativo final, acompañado de la orquesta Oíd, os anuncio un secreto.
Mención aparte y muy merecida para la parte coral, compartida por Ensamble Jacques Moderne y el gran coro, fruto de la conjunción de varios coros burgaleses. De Ensamble Jacques Moderne nos ofreció una lección magistral de la polifonía barroca, tan complicada y tan bella con sus floriture difíciles de cantar. Voces estupendas, muy compactas y disciplinadas resultando un coro sólido.
Destacar que la parte coral en esta obra es básica y protagonista, como se puede ver en el segundo acto que tiene un mayor protagonismo que los solistas. Soporta gran parte del peso vocal de la obra. Encierra grandes dificultades técnicas y de vocalización, todas ellas solventadas sobradamente y se acoplaron perfectamente a los solistas y a la orquesta.
Hay que destacar el esfuerzo, el trabajo, la entrega generosa y la profesionalidad de unos burgaleses dispuestos a conseguir una agrupación coral que día a día está logrando colocarse a un muy alto nivel artístico. Se vivió un momento emocionante el ver salir a saludar a esos directores responsables de todas esas voces y que han hecho posible, bajo la supervisión del maestro Alberto Carrera, participar brillantemente este evento. Felicidades a todos y a seguir por la buena senda.
Finalmente, todo este éxito del Mesías conseguido sobre el escenario del Fórum no hubiera sido posible sin la magnífica dirección del maestro Andreas Spering, conocedor profundo de Haendel y uno de los grandes directores de la música barroca. Su batuta precisa y elegante, atento siempre a todos los matices de la partitura,  supo sacar el máximo a los intérpretes logrando una dignísima versión del Mesías.
Quiero terminar agradeciendo a los responsables de la Obra Social ‘la Caixa’ y de la Fundación Caja Burgos, a los intérpretes y al público, entregado y emocionado ante los suyos,  por haber conseguido entre todos esta magnífica  velada.