La Audiencia Provincial de Madrid reanudó ayer el juicio contra el médico burgalés Eduardo Vela, de 85 años, para quien la fiscal pide 11  de prisión por el supuesto robo a su madre biológica de un bebé, Inés Madrigal, que nació en 1969 en la clínica San Ramón de Madrid, para dárselo en contra de la voluntad de la progenitora a un matrimonio que no podía tener hijos.

La sesión arrancó con la declaración como testigo de un subinspector de la Policía Nacional que investigó en su día lo sucedido y que sostuvo que «todos los indicios apuntaban» a que Vela, el primer enjuiciado en España por estos hechos, podría formar parte de la trama. «Primero usaban a madres solteras que estaban en centros de acogida y que no querían tener hijos para darlos en adopción, pero luego se les agotó esta fuente y comenzó a haber otros casos en clínicas como la de San Ramón», señaló. De igual forma, aseguró que el acusado le había dicho en el año  2014 que había quemado historiales clínicos de casos investigados.

También testificó por videoconferencia una periodista francesa que habló con el doctor, nacido en la localidad burgalesa de Pardilla, en diciembre de 2013 en su despacho para realizar un reportaje sobre bebés robados y que grabó con cámara oculta la entrevista, documento que está aportado a la causa. Recordó que tanto el médico como su mujer le explicaron que cuando Inés Madrigal nació se la regalaron al matrimonio formado por Pablo Madrigal e Inés Pérez pero que no pagaron nada a cambio. Al respecto, una amiga de estos recordó que la mujer no podía tener hijos, a pesar de que le gustaban mucho, y que consiguió el bebé a través de un sacerdote que conocía a un médico, si bien dijo que no recuerda si se trata Vela.

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