El HUBU participa en un ensayo para probar la vacuna de la tosferina en embarazadas

Gadea G. Ubierna / Burgos
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En Burgos se pinchará a unas 20 o 30 mujeres en la semana 27 de gestación

El Hospital Universitario de Burgos (HUBU) está participando en un ensayo clínico junto a otros complejos sanitarios del país para probar la vacuna de la tosferina en embarazadas. El objetivo es evaluar el grado de protección que el preparado (que ya se emplea en gestantes en varias autonomías) ofrece a los recién nacidos a través de la placenta, para evitar que contraigan la enfermedad en el tiempo que transcurre hasta que se les pone la primera dosis con el calendario de vacunación oficial y empiezan a generar defensas por sí mismos contra una enfermedad que, en los bebés, cursa con un cuadro muy grave e incluso puede llegar a ser mortal.

La previsión en toda España es vacunar a unas 680 gestantes en la semana 27 y la idea es que en Burgos se pinche a entre veinte y treinta mujeres en los próximos tres meses. Sin embargo, al ser un estudio en el que participan otros hospitales, las cuotas podrán ir variando en función de cómo vaya la prueba en cada uno de los sitios. Es decir, que un hospital podrá compensar a otro para alcanzar la muestra poblacional planteada.

Las candidatas responden en todos los casos a un perfil concreto, se seleccionan desde el hospital y a todas ellas se les ha informado del procedimiento y del propósito del estudio, cuya parte experimental concluirá en enero pero que se prolonga durante los dos años siguientes al nacimiento de los bebés, porque el servicio de Pediatría se encargará del calendario de vacunación durante ese plazo y de hacer el seguimiento en cuanto a protección e incidencias, si las hubiera.

Como ya se ha dicho, el fármaco que empezó a inyectarse ayer en el HUBU no es nuevo; se está usando en muchos sitios con personas mayores de cuatro años y de forma rutinaria, pero nunca se había probado en un ensayo clínico en embarazadas. El laboratorio fabricante tenía interés en incluir esta indicación en la ficha técnica y los centros participantes lo consideraron relevante porque la incidencia de esta  enfermedad infecciosa de las vías respiratorias está aumentando y, aunque se han tomado medidas preventivas, el riesgo de que los recién nacidos se contagien -generalmente por el contacto con algún adulto de su entorno que ignora que está enfermo porque, en ese caso, el síntoma más relevante es tos persistente- no se ha evitado.

De esta manera, la intención es que en los dos o tres meses que transcurren desde que se inyecta el preparado hasta el momento del parto, las madres generen defensas para poder transmitírselas al niño no solo en el tercer trimestre de embarazo sino en las primeras semanas de vida, que es cuando mayor riesgo hay de contraer la enfermedad.