Los ladrones de 60 pisos cambian 6 años de prisión por la deportación

I. Elices / Burgos
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Los acusados no disimularon su sonrisa cuando el traductor les informó de que en lugar de volver a prisión regresarían a su país. No podrán volver a España en un periodo de 10 años

Sustituir la pena de cárcel por la expulsión del país se está convirtiendo en moda. Y los delincuentes extranjeros, por supuesto, encantados. Más de 60 pisos asaltados en verano de 2014, ocho meses de prisión preventiva y billete de vuelta a Georgia y Ucrania. ¿Dónde hay que firmar? parecían preguntarse ayer -ufanos y sonrientes- los tres ladrones que iban a ser juzgados en la Audiencia Provincial. Al final no hizo ni falta, porque se conformaron con la condena que planteó la Fiscalía: 6 años de ingreso en centro penitenciario intercambiables por la deportación.
El Código Penal, en concreto el artículo 89, contempla la posibilidad de sustituir una pena privativa de libertad inferior a seis años por la expulsión del territorio nacional. El Ministerio Público está aplicando dicho precepto y en el presente año ya son dos bandas organizadas de ladrones las que se han beneficiado del ‘cambalache’. Los delincuentes lo agradecen. No había más que ver la cara, ayer, de Dato C. Yosef B. y Andrea S., quienes no disimularon su alegría cuando la traductora les comunicó que solo tendrían que volver por la cárcel para recoger sus cosas.
Se enfrentaban a seis años de prisión por un delito continuado de robo con fuerza, que canjean por 10 años fuera de España. Aunque deben indemnizar a las víctimas de sus golpes con más de 100.000 euros, la fiscal ya advirtió ayer a los afectados que se acercaron a la Audiencia de que será difícil que cobren porque los acusados se declaran insolventes.
Estos ciudadanos no tuvieron que prestar finalmente testimonio ayer. Entre ellos se encontraba la mujer que encontró en su casa de la calle Vela Zanetti (Gamonal) a los ladrones. «Ayer no pude dormir pensando en lo de hoy», afirmó. Volvía de viaje con sus hijos y su marido. Éste se quedó aparcando el coche en el garaje y ella subió con los pequeños. Al ir a abrir la puerta salieron dos de ellos al grito de «policía, policía». Y se marcharon.
La banda de ladrones desvalijó numerosos pisos de las torres de Villa Pilar (entre avenida del Arlanzón y calle Vitoria) durante el verano pasado. Sabían lo que se hacían. Por supuesto, elegían viviendas deshabitadas para dar sus golpes. Pero además localizaban buenos objetivos. De hecho, de una de las casas se llevaron una colección de monedas de oro valoradas en 67.000 euros.
Pese a que la Policía les considera culpables de 64 asaltos en la ciudad, el Ministerio Público describía en su acusación seis hechos delictivos, todos ellos cometidos en Villa Pilar, en los bloques  38 y 34 de la avenida del Arlanzón.
Dato C. Yosef B. y Andrea S. actuaban de común acuerdo para robar joyas y dinero en efectivo en pisos de Burgos. Antes de actuar vigilaban sus objetivos y aquellos  domicilios que estaban deshabitados los marcaban con testigos de plástico. 
El 13 de julio Andrea S. y otro ladrón que no fue finalmente detenido acudieron a la mencionada vivienda de la calle Vela Zanetti (Gamonal). Pese a ser sorprendidos por su dueña, no abandonaron la ciudad. En agosto acuden a Villapilar. Entran en cinco casas y se llevan joyas y dinero por valor de 100.000 euros. En esa cantidad hay que incluir las monedas de oro que robaron después de forzar una caja fuerte en una de las viviendas.
Huyeron en un Opel Corsa que pasó a constituir el principal indicio con el que trabajó la Policía para dar caza a los ladrones. Una cámara de seguridad del entorno grabó el coche y la Comisaría estableció un dispositivo para tenerlo vigilado en todo momento.
La investigación dio sus frutos el 8 de agosto de 2014. Los agentes que integraban el operativo observaron que el vehículo se acercaba por la calle Vitoria hasta el número 30. Descendieron de él Andrea S. y Yosef B., quienes se dirigieron al número 34 de avenida del Arlanzón. Dato C. aparcó el coche y cuando iba hacia el bloque lo detuvieron, pero antes le dio tiempo a telefonear a sus compinches para alertarlos. Sin embargo, los funcionarios los encontraron poco después en el garaje subterráneo del inmueble, escondidos debajo de un coche. Les requisaron una bolsa con ganzúas, extractores de bombines y tensores.