El Consistorio resuelve el 65% de las 1.400 quejas enviadas por móvil

J.M. / Burgos
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Soluciona en un alto porcentaje las que tienen que ver con el vandalismo, la limpieza y el agua y aparca las reclamaciones que le llegan por el mal estado del mobiliario urbano

La Línea Verde, la aplicación que contrató y estrenó el Ayuntamiento de Burgos a principios de año para que los ciudadanos pudieran enviar a la Administración municipal fotografías desde su teléfono móvil para comunicar una incidencia, ha servido para que el Consistorio haya tenido conocimiento de 1.432 reclamaciones en sus apenas 9 meses de funcionamiento. En algunos casos simplemente para informar y en otros, los más, para denunciar desperfectos propiciados por actos vandálicos, falta de limpieza en alguna calle, mobiliario urbano en mal estado, exceso de ruido o jardines que necesitan más cuidados.

De todos los avisos recibidos, el Ayuntamiento ha dado solución a un total de 943, casi el 66% del total, y tiene pendientes de resolver otros 322 (el 22,5%). En 101 casos las solicitudes que se han enviado han sido denegadas, en 65 se encuentran en proceso de subsanarse y una queja se eliminó porque ya estaba resuelta cuando se recibió.

Si bien el grado de cumplimiento es elevado, también es cierto que las soluciones dependen del problema que se haya presentado. Así, por ejemplo, el principal lastre que tiene el Ayuntamiento tiene que ver con el mobiliario urbano. Probablemente porque su arreglo no es sencillo y porque es necesario que se dispongan de fondos para acabar con el problema. De los 266 avisos recibidos en estos 9 meses, 213 siguen pendientes.

Entre las incidencias que están pendientes de que se solucionen se encuentran problemas tan diversos como que los secadores del vestuario femenino de San Agustín están rotos, que hay baldosas sueltas en el pasadizo de la calle Navarrete con Hornillos (en la zona de la Universidad) o que la falta de un pivote en la plaza de España ha generado un agujero que puede provocar alguna caída a los viandantes.

Pero además de esos casos concretos, a través de la aplicación también se reciben quejas más genéricas como que los aspersores rieguen los jardines mientras está lloviendo, convirtiéndose «el césped en una auténtica jungla», que «las bicicletas van por donde quieren y por eso hay atropellos en las aceras» o que en Fuentes Blancas haya «un individuo que esquilma todas las setas y amenaza a la gente» que también las recoge.

Entre las quejas que se han denegado aparece una en concreto en la que respuesta dada por la Administración sorprende más que el aviso que se ha enviado. Es el caso de una reclamación de un ciudadano en el que afea que en la rampa del Museo de la Evolución Humana «se ven los ladrillos al aire. Esto hay que arreglarlo. El edificio más visitado de Burgos y así de rematado», describe adjuntando una fotografía. Desde el Ayuntamiento replicaron que «esa es la solución que se determinó en la ejecución de la obra para este paramento». En otras palabras, que se queda así.

Como anécdota, a través de la aplicación también ha llegado una incidencia imposible de cumplir por el Ayuntamiento de Burgos. Una vecina se quejaba del ruido que hacía una alcantarilla de la calle Vitoria (ella residente de Reyes Católicos) y solicitaba que «la fijen para que no suene». ¿Por qué se  denegó? Porque la mujer, en realidad, estaba trasladando un problema de Miranda de Ebro y no de la ciudad.

También se ha recibido alguna reclamación como la de «la doble fila en la calle Obdulio Fernández durante todo el día», de la que se ha dado traslado a la Policía Local.

Las quejas más habituales tienen que ver con el vandalismo (631 avisos de los que 601 se dan por resueltos), seguidas del mobiliario urbano (213 de los 266 pendientes), el estado de los parques y jardines (79 pendientes de 210 recibidos) y la limpieza (en 131 de los 150 casos se ha solventado).