Varias personas han sido imputadas por la Guardia Civil durante el fin de semana acusadas de cometer delitos contra la seguridad vial. En total han sido cuatro los conductores que han incurrido en irregularidades en la provincia, tres de ellos por ser sorprendidos al volante con una tasa de alcoholemia por encima de lo permitido y una cuarta, un camionero, por estar trabajando pese a tener retirado temporalmente el permiso de circulación.

Este último fue imputado el viernes por la noche, sobre las 21.05 horas en el punto kilométrico 16 de la carretera N-1. Fuerzas del Subsector de Tráfico de Burgos procedieron a la imputación de M.P.P., de 52 años de edad, por conducir pese a pesar sobre él una privación cautelar o definitiva del permiso o licencia de conducción por decisión judicial. Los hechos ocurrieron cuando esta persona circulaba con un camión y al ser identificado para notificarle una infracción cometida, se comprobó cómo le afectaba una suspensión temporal de su permiso de conducción de 8 meses, dictada por un Juzgado de Burgos.

En cuanto a los conductores bajo los efectos del alcohol, dos de ellos se vieron además implicados en sendos accidentes de tráfico, Sobre las 03.00 horas del 1 de agosto, en la carretera N-I (Madrid-Irún), punto kilómetro 256 del término municipal de Quintanapalla se procedió a controlar al conductor de un vehículo, F.C.H., de 45 años de edad, al estar implicado en un accidente de circulación. El varón arrojó un resultado positivo de 0,54 en la primera prueba y de 0,48 en la segunda prueba, motivo por el cual se le imputó un delito contra la seguridad vial.

Ya en la madrugada posterior, en torno a las 5.00 horas, se recibió aviso de la Central Operativa de Tráfico (C.O.T.A.) mediante la cual efectivos de la USECIC de la Comandancia solicitaban la presencia del Equipo de Atestados al objeto de someter al conductor de un turismo, S.G.G., de 59 años de edad, a pruebas de detección del grado de alcoholemia. Y es que dicho conductor se encontraba circulando por el casco urbano de una localidad de Valle de Santibáñez.

Tras realizar las correspondientes pruebas de detección alcohólica en aire espirado arrojó un resultado positivo de 0,97 mg/litro de alcohol en aire espirado en la primera prueba y de 0,92 mg/litro en la segunda, por lo que se procedió a instruir las correspondientes diligencias, imputando al citado piloto un delito contra la seguridad vial.

En todos estos casos el Equipo de Atestados del Subsector Tráfico de Burgos perteneciente a los Equipos de Atestados de la Plana Mayor de Tráfico de Burgos instruyen las diligencias que serán entregadas en el Juzgado correspondiente.

Por último, también tuvieron que intervenir, en este caso en la mañana del 2 de agosto, agentes del Destacamento de Tráfico de Aranda de Duero. A las 08.30 horas, en el kilómetro 10 de la BU-V-9216, en el término municipal de Mamolar, se produjo un accidente de circulación consistente en la salida de vía por el margen derecho de un vehículo y posterior choque contra la barrera metálica de seguridad sita en dicho margen.

Los agentes arandinos localizaron al conductor, V.I.Z., de 55 años de edad, deambulando por la carretera, comprobando que presentaba varias heridas en la cara además de síntomas de embriaguez muy evidentes y notorios, por lo que reclamaron la presencia del 112 y del equipo de atestados del citado Destacamento.

Los agentes motoristas que se habían desplazado inicialmente al lugar del accidente realizaron al conductor una prueba de alcoholemia con etilómetro que arrojó una tasa de alcohol en aire de 0,92 mg/l, motivo por el cual se le imputó un delito contra la seguridad vial.

El Equipo de Atestados de Aranda de Duero instruye diligencias por accidente de circulación y por delito de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas que serán remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la localidad de Salas de los Infantes.