El edificio de la futura residencia municipal de personas mayores de la Merindad de Montija comenzó a levantarse en 1991, aunque pasó más de una década con tan solo la estructura en pie. Veinticinco años después y tras una inversión superior a los 800.000 euros, está muy cerca de poder comenzar a dar el servicio público para el que se ideó, acoger a los mayores de la Merindad y su entorno, y, a la vez generar empleo, ese preciado tesoro que todos los municipios persiguen. El equipo de gobierno que preside Florencio Martínez ha decidido que este año se licitará la explotación del geriátrico y su gestión se pondrá en manos de una empresa privada que deberá equipar y amueblar todas las instalaciones. Varias firmas se han interesados en los últimos años por el centro, por lo que Martínez espera acertar con la elección final.

El Ayuntamiento aún no ha valorado qué inversión será necesaria para comprar el mobiliario del geriátrico, incluida la cocina, las estancias comunes, los dormitorios y el resto de servicios. Pero de su coste dependerá en parte el número de años de la concesión que formalizará el Consistorio, dado que se deberá dar opción a la empresa adjudicataria a amortizar el dinero invertido. El alcalde montijano prefiere no poner fecha a la publicación del concurso, prevista para los próximos meses, dado que antes se consultarán pliegos de condiciones de otros geriátricos de propiedad municipal que se han dejado en manos privadas, se pedirá asesoramiento a la Junta de Castilla y León y se tratarán de plasmar en las condiciones todas las garantías para ofrecer el mejor servicio posible. La contratación de vecinos de la Merindad de Montija o la reserva de plazas a precios más económicos para los empadronados en el municipio serán otros aspectos que el regidor espera poder encajar en el pliego de condiciones.

El edificio de la residencia montijana cuenta con capacidad para 29 plazas y está prácticamente concluido. En los presupuestos municipales de 2016 se han reservado 30.000 euros para instalar el ascensor y afrontar los últimos remates de un edificio, que cumple con la normativa en materia de geriátricos, y se caracteriza por la amplitud de sus instalaciones y la cantidad de luz que su envidiable situación le proporciona. Tras más de una década de paralización de las obras, en los años 2009 y 2010, el Plan E y el Plan 5000, ideados por el gobierno de Rodríguez Zapatero para impulsar la contratación de obra pública y el empleo, significaron un fuerte empujón a las obras. Ambos planes concedieron a Montija una ayuda total de 247.500 euros, a los que se han ido sumando nuevas partidas en años posteriores. La última, por valor de 97.300 euros, se ejecutó el pasado año y con ella se instalaron los aparatos sanitarios y la calefacción, entre otras cuestiones.