Burger King no abrirá su restaurante en Miranda hasta al menos el verano del año que viene. Su interés por instalarse en el polígono de Las Californias, en terrenos del hipermercado E. Lecrerc, no ha desaparecido, sigue vigente. Pero el problema es otro: hace falta financiación para acometer una obra que supera el millón y medio de euros.
Restauración Hambar, empresa que dirige las franquicias de Burger King y que presentó en abril en el Ayuntamiento el proyecto básico para levantar el restaurante, tuvo que aplazar su desembarco en Miranda hace un par de meses por una cuestión burocrática: el Ayuntamiento no podía conceder más licencias para nuevas obras hasta que se realizara el plan de reparcelación del polígono. El asunto llevaba coleando desde el año 2001 por unas denuncias contra la ordenación aprobada entonces por el equipo de gobierno del PP, y una última sentencia, ya firme, obliga a reparcelar todo el polígono.
Se habló entonces de aplazar el proyecto unos meses, pero no podían esperar tanto. Restauración Hambar tenía comprometido con Burger King abrir un nuevo restaurante antes del 31 de diciembre, y al cerrarse la puerta de Miranda se decidió por Huesca. El nuevo negocio ya está prácticamente acabado y se inaugurará el próximo 5 de diciembre.
«Los plazos se nos iban»
El gerente de esta empresa, Jesús Losantos, lamenta que «por un tema burocrático» se haya retrasado todo. «Es una pena porque se podía haber hecho hace ya tiempo. Nos tuvieron esperando y los plazos se nos iban y hubo que tomar una decisión empresarial», asegura en declaraciones a este periódico.
Su intención es retomar el proyecto de Miranda cuanto antes. Así se lo comunicó hace un mes por teléfono a la concejala de Urbanismo. Aitana Hernando se puso en contacto con la empresa para comunicar que el plan de reparcelación se había aprobado de forma inicial y que en unos meses podían tener vía libre. El problema es que los fondos previstos para el Burger King de Las Californias los han gastado en Huesca «y los recursos no son infinitos», reconoce Losantos. Necesitan 1,5 millones de euros para montar el restaurante,y conseguir financiación bancaria para este tipo de proyectos es complicado en los tiempos que corren. «No está la cosa nada fácil para las pymes, que para pedir un euro lo pasamos fatal», dicen. Su intención es tomarse unos meses, «hasta mayo o junio» para tratar de conseguir el dinero. Confían en que la apertura en Huesca sea un éxito, «y que nuestros números sean rentables para poder ir a un banco y que abran el grifo. Nuestra intención es estar en Miranda».
Aseguran sentirse «cómodos» en ciudades de pequeño tamaño que, como Miranda, «no tienen una dotación comercial importante y podemos ser una solución para el ocio de fin de semana». Por eso, hasta ahora han abierto restaurantes de comida rápida en Tudela, Calahorra y Soria, donde los precios de los locales son menores que en grandes urbes. «Miranda es buena plaza, nos parece que es viable», mantienen.
La empresa tiene firmado un preacuerdo con E. Lecrerc para instalarse en un terreno de su propiedad, con acceso directo desde la carretera Bilbao. Ocupará una superficie de unos 500 metros cuadrados y levantará un «edificio individual, tipo chalé» que además de cocina y un amplio comedor, tendrá un gran parque infantil. Un atractivo reclamo que podría dar trabajo a entre 20 y 30 personas, en función de como se desarrollen las ventas. Las obras de construcción son además bastante rápidas al tratarse de piezas modulares. En apenas ocho semanas, el restaurante puede estar listo para su puesta en funcionamiento.