Acciona nombra como número dos al ingeniero burgalés Luis Castilla

J. Maiques / Burgos
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El 1 de enero se hará cargo de las divisiones de Servicios, Aguas e Infraestructuras. Profundizará en la internacionalización del grupo

El ingeniero pregona un gran cariño por su tierra. - Foto: DB

El Grupo Acciona ha querido que sea el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos burgalés Luis Castilla el que lidere la nueva estrategia de la multinacional tras la ‘fusión’ de las divisiones de Infraestructuras, Aguas y Servicios de la compañía. Un nombramiento que le convertirá, junto con el máximo responsable del área energética, Rafael Mateo, en el número dos de este gigante presidido por José Manuel Entrecanales. El cambio se hará efectivo el 1 de enero.

Castilla, que nació en el barrio de los Pisones de la capital burgalesa en el año 1960, manifestó que afronta «un reto ilusionante en un momento en que todo es complicado» y detalló que su gran objetivo será «continuar en la internacionalización» del grupo (ahora Acciona trabaja en 30 países).

El que fuera estudiante de Maristas concretó que los esfuerzos se centrarán en lugares estratégicos como «Latinoamerica, el mundo árabe, Canadá, Polonia y el sudeste asiático (con Australia a la cabeza)» y valoró la creación de su cargo en que las tres divisiones comparten «mucho trabajo conjunto en los mercados internacionales». Se trata, en definitiva, de «buscar de sinergias y efectividad».

Si bien recordó que la inversión pública en España ha caído de forma más acusada que en otros rincones del planeta, defendió que el trabajo de Acciona va a «seguir siendo importante» en el país ya que el grupo entiende como «fundamental tener una alta presencia en el mercado nacional». Entre otras cosas, porque «lo primero que tenemos que hacer fuera es demostrar que somos competitivos aquí. El hecho de apostar mucho en la internacionalización no significa que vayamos a olvidarnos de aquí», recalcó.

Casado y padre de dos hijas, Castilla presumió de ser «primero burgalés», de «ejercer de ello» y avanzó su deseo de «regresar» a su ciudad cuando le llegue (aún le queda) el momento de jubilarse. Detalló que la visita con bastante frecuencia ya que «allí viven mis padres y mi suegra» y de vez en cuando, aunque tampoco es un fijo, se junta con los amigos de la infancia, «un grupo ya de cincuentones», que crearon hace tiempo el grupo ciclista A las 9 en la tapia (cada fin de semana quedan a las nueve de la mañana en un muro de Jesuitas para realizar una ruta).

Como experto en el sector del Agua, Castilla no eludió pronunciarse sobre la gestión en la capital burgalesa e incluso reconoció haber mantenido conversaciones  (sin ningún otro matiz) con «responsables políticos» del Ayuntamiento. Y aunque entiende que ahora mismo el debate de la privatización está dormido, sí se mostró partidario del paso hacia un «modelo de concesión o mixto». Defendió sus beneficios desde el punto de vista de «la calidad del servicio» y apuntó, en cualquier caso, que estas «decisiones son muy viscerales» ya que exigen un «posicionamiento ideológico» y que los dirigentes estén «dispuestos a asumir las discusiones» que una situación de ese tipo generan. Es decir, con «una carga de crítica mediática y social».