Diego González, subcampeón de España de sumilleres

J. Bautista / Burgos
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El burgalés, de 27 años, celebra un resultado «inimaginable» y agradece al equipo del restaurante Cobo Vintage -del que es jefe de bodega- su ayuda para «crecer y mejorar»

Una provincia en la que la viticultura siempre ha estado presente a lo largo de la historia y que tiene algunos de los mejores caldos de todo el territorio nacional ha conseguido que uno de sus paisanos sea reconocido como el segundo mejor sumiller de toda España. Diego González Barbolla, de 27 años, se proclamó ayer subcampeón en la competición celebrada en el Salón de Gourmets de Madrid, donde solo el barcelonés Josep Pelegrin pudo superarle.  

Este burgalés, que desde bien joven se ha dedicado a la hostelería, se mostró «muy contento» por conseguir algo que a priori veía como «inimaginable», describió. «Aquí había 53 compañeros que son los mejores de España, muchos trabajan en restaurantes con estrellas Michelín, todo el día con el vino, gente con carrera internacional, con estudios y muy preparada», admitió sorprendido tras conocer el resultado final.

Se formó como hostelero en Bilbao, en una escuela de hostelería de Leioa. Allí, «gracias a un profesor que nos dio una asignatura de sumillería aprendí mucho de vino y generó en mí un gran entusiasmo por este trabajo», confiesa.

Posteriormente, una vez finalizado su aprendizaje en Bilbao, comenzó a trabajar en el restaurante El Huerto de Roque, en Burgos. En el año 2014 realizó el Curso de Sumiller en la Cámara de Comercio de Burgos, donde admite que asentó «todos los conocimientos que tenía sobre este mundo», además de permitirle participar en el campeonato regional, «en el que quedé segundo», añade.

González trabaja ahora como encargado de la bodega del restaurante Cobo Vintage (ver reportaje en elSuplemento Sal), a cuyo equipo agradece este éxito, «porque son una parte importante de lo que hoy (por ayer) he conseguido. Me permiten ausentarme del trabajo para seguir aprendiendo y desarrollándome, y me han ayudado a crecer y a mejorar», afirmó.

Asimismo, reconoció que en el mundo de la sumillería no se llega a ninguna parte solo. «Necesitas  gente a tu alrededor que te apoye, te dedique tiempo y te enseñe, si no tienes gente con la que catar, compartir conocimientos y que te enseñen, no tienes nada que hacer. La gente del Lagar nos ayuda una barbaridad y eso nos aporta mucho para este tipo de concursos», concluyó.