Inquietud en el ARCH por el cobro de las subvenciones

Gadea G. Ubierna / Burgos
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La concejala Dolores Calleja afirma que la Junta acaba de ingresar alrededor de un millón de euros de subvención que los propietarios cobrarán esta semana

Los vecinos que accedieron a reformar sus viviendas con el ARCH adelantaron el dinero y luego se les ingresa el importe de la subvención. - Foto: Jesús J. Matías

Residentes en bloques ubicados dentro del Área de Rehabilitación Integral del Centro Histórico (ARCH), en el entorno de San Esteban, se han dirigido en las últimas semanas a la oficina en la que se gestionan los expedientes de esta complicada obra para preguntar por los plazos de pago de las subvenciones que aún no se han abonado. En muchos casos, esta preocupación se debe a que numerosos vecinos pidieron un préstamo con condiciones ventajosas en las entonces aún Caja de Burgos y Cajacírculo para hacer frente a la reforma (que había que pagar íntegramente por adelantado) y cuya devolución ahora se está complicando porque se ha perdido el trabajo y/o porque hay otros préstamos hipotecarios o personales a los que hacer frente además del correspondiente al ARCH.

La concejala de Licencias y responsable del plan, Dolores Calleja, afirmó ser consciente de esta situación y adelantó que a finales de la semana pasada la Junta ingresó al Ayuntamiento alrededor de un millón de euros en concepto de subvención, por lo que a lo largo de esta semana los propietarios deberían ir recibiendo el porcentaje que les corresponde en función de la obra que acometieron. A grandes rasgos,  en este momento les faltaría por cobrar entre un 20% y un 30% de la subvención, que en algunos casos financió hasta el 80% de la obra.

En las reformas incluidas dentro de un Área de Rehabilitación Integral, la Administración subvenciona una parte y los propietarios se hacen cargo del resto. En este caso, el Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento aportaron fondos para subvencionar entre un 50% e incluso un 80% de las obras y los residentes de bloques ubicados en las calles Álvar Fáñez, Arco de San Esteban, Cabestreros, Fernán González, Hospital de los Ciegos, Pozo Seco, Saldaña, San Esteban, San Francisco, San Gil, subida a Saldaña, Tahonas y Valentín Palencia se comprometían con el resto.

Cuando se empezó a gestionar el ARCH, a finales de 2006, se hizo un estudio en el barrio y se constató que no había un número preocupante de casas en ruina, pero sí un problema social relativamente grave. De hecho, según declaraciones de 2008 la directora de la oficina, Berta Carpintero, en un 46% de las casas se constató que había dificultades de índole social. Y hubo comunidades de vecinos que declararon tener interés en el plan, pero que se negaron a entrar porque no podían pagar las obras que les correspondían.

La participación en este tipo de planes siempre es voluntaria, a no ser que el edificio en cuestión esté en tan malas condiciones que con independencia de que haya un plan subvencionado o no el Ayuntamiento dicte una orden de ejecución para que se arregle o, de lo contrario, asume la obra con fondos públicos y luego se lo cobra a los propietarios. Esa situación se dio en algunos casos, pero en general los vecinos aceptaron después de reunirse con el Ayuntamiento y de que les hiciera ver que el barrio estaba muy degradado y que con el ARCH tenían ocasión de reformar cubiertas, fachadas, saneamientos e incluso cimentación con una subvención de hasta el 80%, lo cual no solo iba a mejorar el aspecto y el valor del entorno, sino también sus condiciones de vida.

«Créditos blandos»

Y para quienes, a pesar de todo, manifestaron que tenían un problema económico, se buscó una solución con ayuda de Caja de Burgos y Cajacírculo. Ambas entidades y el Ayuntamiento firmaron unos convenios mediante los cuales prestaban el dinero a las familias con más necesidad y les ofrecían unas condiciones ventajosas. Así, según se publicó en este periódico, se dieron dos tipos de «préstamos blandos», personales e hipotecarios, con períodos de carencia de 24 meses y un interés de Euríbor más 1,5 en los personales y de Euríbor más 0,49 para los hipotecarios. Además, se acordó que no habría comisiones de cancelación de los créditos o de amortización anticipada. Este periódico ha tratado de saber cuántas personas recibieron préstamos de este tipo, pero no ha obtenido respuesta ni de CaixaBank ni de Caja 3 porque en ambos casos se argumenta que es muy complicado obtener unos datos tan concretos y previos a las fusiones. En Caja 3 sí destacaron que se dieron «muchos» porque las condiciones eran muy buenas y afirmaron que ahora la morosidad en estos casos es «casi nula».

El importe de estos préstamos difiere en cada caso y en función de las necesidades de los inmuebles, pero la media de inversión por vivienda en el ARCH fue de 30.000 euros y hubo quien pidió financiación por el importe completo. Una vez concedido, se ingresaba todo en una cuenta y a medida que el Ayuntamiento va recibiendo las aportaciones del resto de administraciones que participan en la financiación del ARCH (Gobierno y Junta), la subvención se reparte entre los propietarios, previa comprobación de las facturas.

Este millón que ahora ha ingresado la Junta al Ayuntamiento se repartirá entre los propietarios de los últimos edificios que acometieron las reformas con excepción de Fernán González, 40. En este caso y dado que ha sido el más tardío, tardará más tiempo en recibir la subvención.

La concejala Dolores Calleja afirmó que comprende la preocupación de los propietarios, pero subrayó que el dinero tiene que ingresarse a lo largo de esta semana como muy tarde, una vez que se hayan cumplido los trámites administrativos para canalizar el pago de la Junta. La inversión global de este plan ascendió a 18,5 millones. El Ayuntamiento pagó el 45%, la Junta el 15%, el Gobierno el 20% y los propietarios el 20% restante.

La oficina del ARCH, ubicada en la calle Asunción de Nuestra Señora, continúa operativa con un aparejador, un jurídico y un arquitecto. Estaba previsto que cerrara en junio, pero por el momento va a continuar.