La Catedral de Burgos vuelve a acoger como cada año en Navidad -tras el paréntesis del año pasado que se ubicó en el Fórum Evolución, se realiza desde 1996- el Belén de interior más grande del mundo, dotado de más de 1.500 figuras, más de 80 nuevas para esta edición y 60 piezas articuladas. Se trata del nacimiento histórico audiovisual del Regimiento de Transmisiones número 22.

El subteniente del Regimiento de Transmisiones número 22, Enrique Rodríguez Menayo, ha explicado que además de exponerse en la Sala Valentín Palencia, este año se extiende a otras dos salas del claustro bajo de la seo burgalesa, por lo que en total el nacimiento ocupa una extensión de 340 metros cuadrados.

“Sobre extensión puede haber alguno más grande pero tan completo como éste, el valor de sus figuras, la cantidad de escenas (87 en total de las que 19 son novedad), no”, ha indicado. A ello ha agregado que la pasada edición el Belén terminaba en La Resurrección y en el de este año se ha hecho hasta La Ascensión a los Cielos. “De momento acabamos ahí, veremos por donde continuamos”, ha apostillado el subteniente Rodríguez.

La entrada solidaria es de 1 euro y este año la recaudación se destinará a la Asociación Comisión Católica Española de Migraciones (ACCEM), obras en la catedral y Cáritas Castrense. El año pasado fue visitado en el Fórum por cerca de 38.000 personas y se recaudaron más de 24.000 euros.