Benditas calorías

I.M.L. / Aranda
-

La I Feria de Dulces de Convento pone la nota golosa en la Plaza Mayor de la capital ribereña • Los curiosos se acercan a probar las delicias que elaboran monjas y frailes en sus monasterios y no resisten a caer en la tentación

Una religiosa dominica atendiendo a los clientes de la feria que se acercaban a adquirir los productos ofrecidos. - Foto: DB

En pleno apogeo de la ‘Operación Bikini’, el título de la película de Marilyn Monroe nos puede servir para parafrasearlo y describir lo que este fin de semana se desarrolla en Aranda, porque la tentación vive en la Plaza Mayor. Nunca mejor dicho, y es que la I Feria de Dulces de Convento plantó el viernes sus puestos en este céntrico punto arandino y se mantendrá todo el día de hoy para intentar hacer sucumbir en los placeres del dulce a todo aquel que se acerque a conocer las delicatessen que elaboran los religiosos y religiosas en sus conventos y monasterios.

Esas recetas casi mágicas hacen que sus productos tengan un sabor divino y que, como el diablo en el desierto, vienen a tentarnos para que cometamos el pecado capital de la gula para, después, cumplir penitencia aumentando los minutos de ejercicio diarios o reduciendo la cena a un triste pescado cocido. Pero el placer de degustar estas ricas viandas bien vale dejar de lado las estrecheces gastronómicas que nos impone la moda actual para dejar que nuestros sentidos se deleiten con pastas, licores, mermeladas y chocolates.

Los arandinos y ribereños están aprovechando para realizar este viaje gastronómico por 24 casas monacales de distintos puntos de Castilla y León sin moverse de la Plaza Mayor de Aranda, lo que facilita poder ver de un vistazo la oferta repostera y adquirir los productos sin añadir la plusvalía que supone el desplazamiento a sus lugares de elaboración, con lo que el ahorro es considerable. Eso por parte de los compradores, pero los vendedores también obtienen beneficios por participar en esta feria ya que la venta de sus productos en sus conventos se ha reducido y, como dice el dicho popular, si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma, aunque en este caso estemos hablando de congregaciones católicas.

Entre la amplia oferta repostera, también se pueden encontrar productos de la comarca ribereña, como las pastas elaboradas por la Madres Dominicas de Caleruega y las del Instituto Iesu Communio de La Aguilera y Lerma que, aunque pueda parecer extraño, también tienen su público en esta feria aunque se encuentren a escasos kilómetros de la capital de la comarca y acudir a compararlas en sus conventos no suponga un gran esfuerzo. Y es que otro pecado capital, la pereza, puede ayudarnos a no cometer el de la gula. Pero para eso ya está esta feria, que pone todas estas tentaciones al alcance de la mano para que no haya excusas para pecar un poquito.