Un milagro en la avenida del Cid

I. Elices / Burgos
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15 metros lineales del antepecho de un tejado cayeron en la acera frente al número 43 • La clienta de la farmacia se salvó por los pelos

Francisco Javier, el dueño de la farmacia del número 43 de la avenida del Cid, acababa de atender a una clienta. Mientras la despachaba, escuchó un sonido en el exterior -tenía la puerta abierta- y se percató de que algo había caído desde los pisos de arriba. Cuando la chica pagó, se dispuso a salir a la calle, pero el boticario le gritó de repente: «¡No salgas, no salgas!». Y se detuvo, lo cual le salvó la vida. Justo después se vinieron abajo 15 metros lineales del antepecho que protege el tejado del edificio, portales 43 y 45. «Como si fuera un bombazo, un estruendo increíble», afirma el dueño del negocio.

El suceso tuvo lugar a las 12.40 horas, en uno de los lugares de más paso de peatones de toda la ciudad, en una zona comercial que atrae a muchos burgaleses. Un milagro que ni siquiera rozara a alguna persona.

Uno de los transeúntes, Rodrigo, cruzó el paso de cebra que hay entre Bacalaos Faroe y el Bar Mayoral. A su espalda escuchó el estrépito de los escombros. «Me estremecí; miré para atrás y pensé que había dado a alguien». Se acercó, pero por fortuna «no había nadie bajo los cascotes».

Viandantes y vecinos se congregaron en las inmediaciones hasta que llegó un coche de la Policía Nacional, cuyos agentes acordonaron la zona para que no pasara nadie. Después llegaron los bomberos y desplegaron la autoescala. Desde allí observaron qué partes de la fachada corrían el riesgo de desprenderse y acto seguido se pusieron manos a la obra para retirarlas. Terminaron su labor pasadas las 15 horas.

¿Por qué se vino abajo? Los bomberos consideran que fue debido a las deficiencias propias de la antigüedad del edificio y a la mala conservación. Los efectivos del parque pudieron comprobar que las orillas del antepecho estaban unidas al muro con unas pletinas de chapa, un arreglo efectuado hace años debido al mal estado que seguramente ya presentaba.

El propio Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento se puso en contacto con el administrador de fincas de ambos bloques, a fin de informarle de lo ocurrido y para que contratara a una empresa constructora para asegurar la zona. Ayer por la tarde ya se podía pasar por la acera después de que protegieran ese trayecto y suprimieran los elementos de riesgo, informó la concejal de Licencias, Dolores Calleja.

Tres coches estacionados junto a la zona del impacto sufrieron desperfectos.