«La familia no está en crisis aunque lo digan en la Plaza de Colón»

Angélica González / Burgos
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El Padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, visitó ayer el Colegio Círculo y ofreció una conferencia con pautas para que familias y docentes eduquen en la solidaridad

El Padre Ángel ofreció su conferencia sobre la educación y la solidaridad en el auditorio de Cajacírculo. - Foto: Patricia

Se llama Ángel García Rodríguez pero pocos sabrán de quién hablamos si nos quedamos en el nombre de pila. Este cura casi octogenario (nació en Asturias en 1937) es conocido en España desde hace décadas simplemente como el Padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, que procura hogares de acogida a menores procedentes de entornos en conflicto, y de la Asociación Edad Dorada, que se ocupa de los ancianos, y que han extendido su área de influencia a otros colectivos como el de la juventud, la inmigración o las mujeres. No es infrecuente ver al Padre Ángel acompañado por políticos y gente de la realeza y cada dos por tres le dan un premio, pero a él estas cosas no le impresionan: «Cuando estoy con esa gente aprovecho para decirles que sean solidarios y no soberbios y orgullosos porque cuando lo tienes todo te sientes dueño de la gente y uno solo se tiene que arrodillar ante Dios y ante un niño. Y sobre los premios, no me los dan a mí sino al trabajo que se hace», explicó ayer momentos antes de participar en un encuentro con el profesorado del Colegio Círculo, que organizó, junto a la editorial Santillana, la visita de este carismático cura a Burgos. La actividad formaba parte del programa de este centro escolar que ha elegido la solidaridad como concepto transversal para trabajar a lo largo del presente curso.

Educar en solidaridad fue el título de la conferencia que impartió en el auditorio de Cajacírculo en Julio Sáez de la Hoya, y resulta que las claves para tan magna obra no son nada complicadas: «Hay que formar a los críos con el ejemplo porque lo que se mama es lo que, al final, te queda. Cosas como ponerse el cinturón al subir al coche o no tirar papeles en la calle si los niños ven que los padres lo hacen, ellos también lo harán. Esta es la mejor educación».

Reconoce que este país está «en un momento muy difícil» como para dar lecciones de honestidad ya que cada día aparece un ejemplo de político corrupto que se ha llenado el bolsillo con el dinero de todos pero, aún así, es optimista y cree que estos prebostes  son una minoría y, además, «tíos enfermos»: «La gente, normalmente, no roba, no mata, no engaña. Estoy convencido de que hay más gente buena que mala y que ahora somos mejores que hace 50 años».

Por otro lado, se refirió al papel que está jugando la familia en esta crisis, con padres, abuelos o tíos que están pagando la luz y el agua de los hijos sin empleo. A su juicio,  es una de las instituciones más potentes que ahora mismo existen en España: «La familia no está en crisis aunque lo digan en la Plaza de Colón», afirmó con una sonrisa de oreja a oreja, en referencia a las apocalípticas manifestaciones que la Iglesia Católica y sus grupos de presión organizaron en ese punto de  Madrid para oponerse a la reforma legislativa que permitió el matrimonio igualitario en tiempos de Zapatero dando derecho a casarse a las personas homosexuales.

Pero esto no es lo que dice su Iglesia Católica, se le apela. Una vez más, el Padre Ángel, impávido, lo tiene claro y lo cuenta: «Quien dijo que la familia está en crisis y que se han perdido los valores ya no está. Y quien está ahora esto no lo va a decir nunca». Habla de papas. Se refiere a Benedicto XVI y a Francisco pero no los cita. Acto seguido desarrolla a qué concepto se refiere cuando habla de familia: «La familia no es solo la canónica, son los separados, los divorciados, los que viven juntos, en definitiva la gente que se quiere y que mira la una por la otra».

Para los docentes también tuvo un mensaje y bien positivo: «Es posible hacer un mundo mejor si nos empeñamos entre todos. Y soy optimista porque tengo los pies en la tierra».