Hongos saludables

R. Travesi / Burgos
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La empresa de biotecnología Naturae tiene su puntal en una biofactoría en Pradoluengo, donde extraen una molécula de una seta para lograr alimentos más completos. Ya tiene preacuerdos con multinacionales

Un empleado de Naturae controla el proceso de producción de la molécula. - Foto: Luis López Araico

Cuesta creer que hace años hubiera allí una fábrica de calcetines cuando ahora esas instalaciones rebosan investigación, desarrollo científico, innovación y seguridad alimentaria. Ha sido una realidad gracias a la biotecnología, una disciplina que consiste en la modificación y aplicación de organismos, sistemas biológicos a procesos industriales, de producción o servicios. Es el secreto de Naturae y no está en Silicon Valley, en California, sino en la provincia burgalesa, en Pradoluengo.

Un grupo de emprendedores lo ha hecho posible después de muchas horas de estudio en el laboratorio pero luego había que ‘comprar’ la idea y ahí estaba una serie de empresarios (la mayor parte de Pradoluengo, liderado por los hermanos Bacigalupe) así como el Parque Científico de la Universidad de Valladolid.

El secreto mejor guardado en la biofactoría de Naturae -la primera de España- enclavada en el corazón de la Sierra de Demanda es la molécula pura que extrae de un hongo seleccionado para incorporar el polvo resultante a los alimentos tradicionales para hacerlos más saludables. Así de sencillo y así de complejo.

Es lo que ha servido a esta pequeña empresa para alzarse con el Premio EmprendedorXXI. Un galardón que impulsa CaixaBank, el Ministerio de Industria (a través de la Empresa Nacional de Innovación, Enisa) y la Agencia de Innovación, Financiación Internacional Empresarial (ADE) de la Junta de Castilla y León. El reconocimiento supone convertirse en la compañía «con mayor potencial de crecimiento» en la Comunidad Autónoma. Toda una responsabilidad y un reto.

El proyecto empresarial surgió hace dos años, tiempo en que se ha desarrollado mucho I+D además de adecuar la planta de Pradoluengo. Ahí se han ido los cerca de 2 millones de euros de inversión porque, hasta ahora, apenas ha habido facturación. Era necesario contar con unas instalaciones adecuadas (con tecnología hecha a medida) para contar con una capacidad productiva.

Naturae produce desde Pradoluengo no solo la molécula propia para la industria alimentaria sino también para el sector naturo medicinal. Además, gracias a contar con una tecnología puntera, extrae moléculas en productos de otras empresas. Durante la visita a las instalaciones, vemos cómo una máquina lleva a cabo un proceso de extracción en aloe vera.

Ahora, comienza el complejo proceso de búsqueda de clientes y el gerente de Naturae, Juan Manuel Sanz, asegura que ya han llegado a preacuerdos comerciales con empresas y multinacionales de España, Estados Unidos y países europeos. «Hoy en día, el mercado nacional es un objetivo pero no debemos dejar de ser ambiciosos y expandir nuestro proyecto al extranjero. De momento, nuestras expectativas son buenas pero hay que ser prudentes», declara.

La investigación hasta llegar a este punto para montar una fábrica ha sido una de las claves, gracias a la colaboración de las Universidades de Valladolid y Zaragoza, además del Hospital Reina Sofía de Córdoba y el Instituto Nacional de Investigación Agraria. «Naturae es el testimonio real de que la Universidad ha participado en la transferencia de la investigación teórica para crear una empresa que compite en el mercado. Esta transferencia de conocimiento entre Universidad y empresa, de la que tanto se habla, ha sido posible aquí», precisa Sanz.

La biofactoría de Pradoluengo recibe una media mensual entre 1.500 y 2.000 kilos de dos tipos de hongos, procedentes de otra planta de Naturae, ubicada en Cantabria. Lo que diferencia a este hongo único del resto es que tiene propiedades y contenidos en beta-D-Glucanos y Vitamina D.

Sanz explica que otro de los proyectos de la empresa es crear riqueza en Pradoluengo. De ahí que los empleados de la factoría sean de esa localidad o de los alrededores. Incluso, cuando se busca un perfil profesional concreto (ingeniero químico) le exigen que esté empadronado allí. En la actualidad, hay cinco trabajadores en la fábrica aunque la compañía cuenta con una plantilla total de 12 personas.