Un convenio de 200.000 euros dotará de un programa estable al teatro Apolo

Raúl Canales / Miranda
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El acuerdo alcanzado por cuatro años con La Caixa supone el primer paso para garantizar una actividad continuada en la sala, que tras formalizar ayer la recepción de las obras, entra en la fase final para su equipamiento

El teatro conntará con el patio de butacas y tres alturas más de localidades.. - Foto: R.C.G.

La esperada entrega de las obras del Teatro Apolo por parte del Ministerio de Fomento, una vez concluidos los trabajos de rehabilitación, dio ayer inicio a la última fase de acondicionamiento de la instalación.

Los arquitectos ya han empezado a trabajar en el proyecto de  urbanización y saneamiento, y la próxima semana se empezarán a colocar las butacas y las tarimas. También se instalarán el alumbrado exterior y el sonido. Acto seguido se sacará a contratación el resto del equipamiento, ya que únicamente se está a la espera de recibir por escrito la confirmación de la partida de 800.000 euros anunciada por la Junta de Castilla y León para iniciar el proceso administrativo que permita dotar al teatro de la tramoya y el suelo del escenario.  

Aunque desde el Ayuntamiento no se quieren dar plazos concretos para la inaguración, la misma tendrá lugar «en los primeros meses de 2015», como asegura el alcalde, Fernando Campo. De hecho, paralelamente a los últimos retoques en infraestructura, se está trabajando ya en la elaboración de la programación para el próximo ejercicio.

El primer paso ha sido alcanzar un acuerdo de colaboración con La Caixa por el que la entidad financiera aportará 200.000 euros, una cuantía que permitirá garantizar  un calendario estable durante cuatro años.

Es el puntapié inicial, pero se están estudiando otras vías de financiación con el objetivo de que el lugar tenga una actividad constante desde su inauguración. Es más, el estreno no consistirá en un único acto sino que la intención es que «sean un par de semanas de eventos y participen los grupos locales», adelanta Campo.

La intención de dotar de programación al Apolo desde su apertura se refleja en que algunos de los espectáculos que llegarán a la ciudad antes de final de año, se habían contratado en su momento en previsión de que las obras pudieran concluirse para estas fechas, algo que ha sido imposible debido a los continuos retrasos en los plazos.

La demora en la finalización de los trabajos de rehabilitación, como confirmó ayer Ernesto Sánchez Trigo, subdirector adjunto de Arquitectura y Edificación de Fomento, ha estado motivada más por un tema financiero que por las complicaciones técnicas que se habían apuntado en alguna ocasión.  «La situación económica de los últimos años no permite tramitar los expedientes a la misma velocidad, y no disponer de recursos ha obligado a diferir algunas obras y ésta ha sido una de ellas», aseguró Sánchez Trigo.

En este sentido el alcalde, Fernando Campo, mostró su satisfacción porque «por fin ha llegado el día», y aunque no ocultaba su pesar por no haber podido disponer antes del Apolo, celebraba que «al menos se ha cumplido el último plazo fijado».

Los trabajos de reforma ejecutados permitirán disponer de un teatro  preparado para acoger espectáculos de primer nivel. Cuidado con mimo hasta el último detalle, dispone de cuatro alturas, patio de butacas más tres zonas de palcos, el Apolo contará con capacidad para 464 espectadores, todos ellos sentados y con visibilidad plena del escenario, ya que se han descartado aquellas plazas que no tenían una percepción total del mismo pese a que ello ha implicado reducir levemente el aforo. La altura máxima es de 17 metros.