Incautan más de 800 plantas de marihuana en un piso okupado

S. Rioseras / Aranda
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Efectivos de la Policía Nacional detuvieron a un varón. El juez ha ordenado su ingreso en prisión. El laboratorio se encontraba en una vivienda tapiada del Orfeón Arandino

Entre 800 y 1.000 plantas de marihuana han incautado los efectivos de la Policía Nacional en un sofisticado laboratorio de droga ubicado en el edificio del Orfeón arandino. Concretamente en una de las viviendas tapiadas que fue okupada  y adaptada para este fin delictivo. Aunque aún se desconoce la cantidad exacta total de droga incautada, se trata de una de las intervenciones policiales de mayor calado en la capital ribereña. 
De hecho, los agentes que han desarrollado esta operación llevan más de un año realizando diferentes pesquisas para avanzar en este caso que se ha saldado, de momento, con un varón detenido del que no ha trascendido su filiación. Sin embargo, sí se tiene constancia de su pertenencia a una de las familias más conocidas de la zona y ligada al edificio desde sus orígenes.
La incautación de la droga se produjo el pasado viernes. Durante toda la mañana se desplegó un operativo especial en el barrio que finalizó con el descubrimiento del laboratorio en un tercero del primer bloque de viviendas. Para acceder al interior, los agentes de la Policía Nacional tuvieron que destruir los ladrillos de puertas y ventanas, puesto que el piso se encontraba tapiado. 
Una vez dentro, hallaron una gran cantidad de plantas de marihuana, que puede rondar el millar, ocupando la totalidad de la dependencia. Tan complicada se antojó la incautación debido al tamaño de la misma que los policías tuvieron que utilizar uno de los camiones de las brigadas municipales de servicios para llevársela. El modo de hacerlo también fue curioso: colocaron el vehículo debajo de la ventana del domicilio en el que estaban trabajando y desde allí lanzaron las plantas. Una acción que fue grabada por testigos presenciales y, rápidamente, se distribuyó entre los habitantes arandinos vía whatsapp.
Además de la propia droga, en la actuación policial se intervinieron varios objetos de los que aún no ha trascendido su relación. Sí se sabe que son numerosos, puesto que el laboratorio se encontraba totalmente equipado -incluso contaba con luz eléctrica, a pesar de haber sido okupado,  a través de enganches ilegales- para preparar y distribuir la droga. Motivo por el que todo parece apuntar a un individuo o a una banda con experiencia muy organizada y conocedora del mercado.
 
Ingeniosa entrada. Los responsables del laboratorio no se lo pusieron nada fácil a los agentes, a quienes les costó localizar su emplazamiento ya que el piso en el que se encontraba continuaba tapiado a pesar de albergar su actividad. Tras una intensa labor descubrieron que el acceso se encontraba en una de las habitaciones del piso de abajo. Desde allí, agujerearon el techo de un armario empotrado para acceder.
 
Penas previstas. La operación finalizó con un detenido que compareció ayer en los Juzgados de Primera Instancia de Aranda de Duero. Tras prestar declaración, el juez ordenó su ingreso en prisión a la espera de juicio. 
En él se enfrentará, al menos, a un delito de tráfico de drogas para el que el Código Penal establece una pena mínima de entre dos y seis años de prisión. Siempre y cuando no se le adjudique ningún agravante como la participación en una organización delictiva, el rol de jefe o que la cantidad de droga decomisada se considere «de notoria importancia» o supere este calificativo. Además, la sanción económica puede llegar a suponer el triple del precio en el que se valore la marihuana.