Las fiestas suelen ir acompañadas de una cara B, de unos sucesos que empañan al resto de cosas buenas que ofrecen estos días. En Aranda este año esos hechos se están centrando en el recinto ferial, donde se han producido de madrugada peleas, amenazas y robos, especialmente de teléfonos móviles. Unos actos que en algunos casos sí se han denunciado ante la Policía Nacional y que tienen como protagonistas a jóvenes, la mayoría de ellos menores de edad. 

Como reconocen desde esta comisaría, hace unos días se tramitó una denuncia por agresiones a una persona joven. «Se han identificado a las agresoras y se les ha tomado declaración. El asunto ya está en los juzgados», señalan fuentes de este cuerpo, que también han registrado una denuncia por daños en la puerta de acceso a un local y en el retrovisor de un coche, todo en el entorno de este espacio, donde estos días de fiesta están ubicadas las atracciones de feria. 

Desde la Policía Nacional consideran que al ser este un recinto municipal debería de haber más presencia de la Policía Local o un mayor control por parte del Ayuntamiento. «Se supone que es un espacio para niños, pero cierra a altas horas de la madrugada y termina convirtiéndose en un gran botellón donde se producen este tipo de altercados», señalan desde este cuerpo, que también ha recibido quejas de suciedad, ruidos y orines en la vía pública. 

Los padres también muestran preocupación por esta situación. «Las atracciones acaban a las tres de la madrugada, pero la de los coches de choque está abierta hasta las 6, lo que provoca que se queden los jóvenes, que además están descontrolados porque no hay ningún tipo de vigilancia, así que los que quieren hacer mal ya saben donde pueden ir», expresa una madre, que no entiende como no hay más presencia policial en este entorno para frenar esa situación. «A mi hija le robaron el móvil y lo denuncié, pero durante estos días han robado muchos más. Además hay peleas y amenazas, pero muchos jóvenes no se atreven a denunciar porque se piensan que sus padres no les van a dejar salir más», comenta esta madre, dispuesta a hacer llegar al consistorio un escrito para dejar constancia de estos hechos. 

Al botellón que se forma allí hay que sumar que algún día ha habido personas vendiendo alcohol a menores. «Muchos de los jóvenes que hay allí están borrachos. No acuden a los conciertos que se programan por la ciudad, se pasan la noche en el recinto, porque saben que allí están más libres y fuera de todo tipo de control», comenta esta madre, que asegura que este problema se ha acentuado al trasladar las atracciones al recinto, que está más alejado de la ciudad.

Desde el Ayuntamiento de Aranda aseguran que la Policía Local está en el recinto lo que puede. «Tenemos los efectivos que tenemos y no pueden estar allí todo el día porque estos días surgen problemas en otros puntos de la ciudad», señala Máximo López Vilaboa, concejal de Seguridad Ciudadana, que anima a denunciar cualquier acción delictiva. Igualmente afirma que se está tratando de cumplir rigurosamente con el horario de cierre de estas atracciones y que el miércoles se tramitó una denuncia a los coches de choque por incumplir con esta normativa.