Donde más oportunidades ofrece la economía digital es en la transformación digital de las empresas tradicionales de servicios e industriales. Un buen ejemplo es Correos, donde el negocio postal tradicional de Correos que suponía el 90% de sus ingresos, se encuentra en declive desde hace unos años. Ante esta situación, en 2012, Correos presento un plan de acción dirigido a trasformar la empresa y posicionarla como la mejor proveedora de servicios de comunicación, tanto físicos como digitales, y de paquetería del mercado español. Su reto es convertirse en “referente de los servicios a ciudadanos y empresas, tanto en comunicaciones físicas como digitales, así como en el desarrollo de una red logística del siglo XXI”.
Una de las actuaciones más visibles ha sido la colocación de HomePaq en las comunidades de vecinos, que consisten en apartados postales en las que los carteros dejan los envíos de productos comprados a través del comercio electrónico. El cliente recibe una clave en su móvil para poder acceder a sus paquetes con total seguridad. Con ello rompen con una de las principales dificultades e inconvenientes del e-comerce, la entrega de los paquetes cuando el cliente no está en su domicilio, o la devolución de los mismos. Otra versión del HomePaq son los dispositivos CityPaq, que se colocaran en estaciones de ferrocarril con gran afluencia de público.
La transformación digital de las empresas, incluye en muchos cosas trasformar parte de las actividades físicas en virtuales y a la vez mejorar las actividades físicas apoyándose en la tecnología. Correos a la vez que digitaliza actividades, está aumentando la rapidez y la eficiencia de la distribución física, con un claro componente tecnológico y mejorando la experiencia del cliente a través de la coordinación de los servicios la comunicación multicanal con los clientes, tiene un gran recorrido en todo tipo de empresas tradicionales que sepan romper con la inercia e innoven para buscar nuevas fuentes de ingresos y mantener el empleo. De esto depende nuestro futuro.