Denuncian al Ayuntamiento por tirar los lixiviados del vertedero a una alcantarilla

Raúl Canales / Miranda
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Agentes medioambientales de la Junta y del Seprona han sorprendido a un camión cisterna municipal arrojando las aguas contaminadas, que deben ser enviadas a un gestor especializado, en un desagüe de Los Corrales

La Junta de Castilla y León ha anunciado recientemente la adjudicación del sellado definitivo del vertedero, una obra que acumula más de seis años de retraso y que por fin parece que se iniciará este verano, pero mientras tanto el mantenimiento de la instalación sigue siendo una fuente de conflictos para el Ayuntamiento.

Y es que el Consistorio ha sido denunciado por tercera vez en poco más de un año por un incorrecto tratamiento de los lixiviados, es decir los líquidos que se filtran por la montaña de basura. En esta ocasión ha sido por verter las aguas contaminadas directamente en una alcantarilla de la zona de Los Corrales.

Agentes medioambientales de la Junta y del Seprona sorprendieron el viernes 4 de marzo al camión cisterna evacuando  su contenido en un desagüe común. Al menos hay constancia de que se vaciaron dos depósitos de aproximadamente 8.000 litros cada uno y la actuación de los agentes impidió que lo hiciera un tercero.

Por las informaciones que manejan los técnicos regionales no es un hecho aislado sino que se viene realizando de manera continuada,  con las graves consecuencias medioambientales que podría acarrear ya que si la red de saneamiento tiene alguna fuga los vertidos van a parar directamente al río, y en el caso de acaben en la depuradora, la misma «no está preparada para filtrar las sustancias tóxicas que arrastran este tipo de aguas residuales» por lo que el daño ecológico tiene consecuencias fatales en la flora y fauna fluvial.

Según marca la normativa vigente, los lixiviados deber ser enviados a un gestor especializado  por lo que se ha abierto un expediente  para investigar la actuación de la administración local, que es reincidente en este tema.

Las anteriores denuncias fueron por arrojar en el vertedero lodos sin tratar procedentes de la depuradora y por las fugas incontroladas en la instalación. En una de ellas las aguas residuales se desbordaron hasta el punto de que los regueros alcanzaron la carretera.

Los expedientes abiertos en aquella ocasión se saldaron con 901 euros de multa pese a que los hechos fueron calificados como graves, la obligación de retirar los lodos (trabajos que costaron cerca de 7.000 euros) y la adopción de medidas para evitar que la balsa en la que se acumulan los lixiviados se desbordase nuevamente.

Para impedir nuevos escapes se reforzó el sistema de contención con 100 toneladas de arcilla y se reparó la membrana impermeable que impide que el agua residual se filtre al subsuelo, además de incrementar la frecuencia de vaciado de la balsa especialmente en las épocas de mucha lluvia. Precisamente es la tarea que estaba llevando a cabo el camión cisterna cuando fue sorprendido por los agentes medioambientales, aunque en lugar de llevar los lixiviados a un centro autorizado, los estaba evacuando en una alcantarilla próxima al vertedero.

Por este motivo,  al margen de otras sanciones que pueda acarrear la denuncia,  los agentes medioambientales ya han comunicado que a partir de ahora requerirán al Ayuntamiento una notificación por escrito de cada envío de lixiviados que realice la administración local a los gestores especializados para tener constancia de que se está cumpliendo con la normativa a la espera de que comiencen las obras del sellado definitivo del vertedero, una actuación que pondrá fin a una cuestión que ha generado más de un problema ambiental en los últimos tiempos.