Cuestión de pasta

Ana Isabel Angulo / Burgos
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Tercer asalto. Las exigencias para entrar al exclusivo club de la ACB son claras y los directivos del Club Baloncesto Tizona mueven 'ficha' para recabar apoyos y encontrar la fórmula que les permita jugar

A la tercera la vencida. Este es el deseo del CBTizona, de sus aficionados y de muchos clubes de baloncesto español. Si Autocid compite la próxima temporada en ACB se habrá disipado la idea de que la Liga Profesional es una competición cerrada y, sobre todo, se abrirá un futuro más realista en el basket. Unos equipos tendrán que ‘ponerse las pilas’ para no descender y otros para alcanzar la codiciada categoría. Este es el sueño, pero es evidente que los obstáculos para hacerlo realidad son muchos y se asemeja a una pesadilla.
Los directivos y Burgos tendrán que volver a pasar por ese doloroso trance: conseguir varios millones de euros para hacer frente a todos los requisitos. Este es el principal reto, porque el aforo del recinto deportivo está solventado, en principio, con el Coliseum.
La directiva castellana, presidida por Miguel Ángel Benavente, desde el primer momento calificó el canon de entrada de inmoral y expuso su deseo a no pagarlo. Por este motivo, buscan fórmulas que pretenden evitarlo.
En el primer ascenso se mantuvieron intensas conversaciones con Iberostar Canarias para conocer cómo habían alcanzado un acuerdo con Alicante y hacerse con la plaza. Siguieron sus consejos pero resultaron estériles.
En el segundo año, negociaron la compra del Tenerife SAD que les daba derecho a un puesto en la ACB, ya que en su día el club adquirido había abonado el canon. La respuesta fue contundente: compraban un pleito. Con anterioridad habían cambiado de nombre y se habían convertido en SAD. Todas las gestiones fueron baldías y no dieron ninguno de los frutos deseados.
Tras el segundo rechazo, acudieron al Tribunal del Defensa de la Competencia, que ya resolvió en contra. Sin embargo, persiste la esperanza ya que la directiva castellana ha presentado alegaciones.
Paralelamente están en conversaciones con una SAD, que en su día pagó el canon de acceso a la ACB. Esta fórmula ya fue rechazada pero no se ha descartado definitivamente.
 
Perseverancia.

Nadie puede negar a la directiva de Miguel Ángel Benavente que no haya intentado por todos los medios acceder a la ACB. Lleva tres años trabajando para cristalizar los ascensos deportivos y no tiene intención de cejar en su empeño. Va a seguir trabajando para romper la sólida frontera que se ha construido la ACB, que cuenta con el plácet del Consejo Superior de Deportes y de la Federación Española.
Sin duda, la mejor fórmula y parece ser que es la única que entiende la ACB, es depositar esos millones de euros en el despacho del presidente Francisco Roca. Pero para hacer frente a ese dinero es necesario que aparezca un patrocinador. Es evidente que el deporte no prima, lo que manda es la pasta.

 

Lo que cuesta la ACB

- 3.123.158 euros es la cuota de entrada que la ACB exigió el verano pasado. Es posible que sea superior, ya que deberá adicionarse el IPC interanual.

- 2.100.000 euros es el presupuesto mínimo que exige ACB para la próxima campaña.

- 1.561.573 euros para el denominado Fondo de Ascensos y Descensos, más el 21% de IVA y que se puede recuperar.

- 600.000 euros de la garantía.

- 150.000 euros en salarios mínimos para el personal del club: gerente, director deportivo, director de marketing, director de prensa y director administrativo.

- 132.225 euros es la cuota de participación en el valor patrimonial de la ACB, que resulta del balance cerrado en junio (el importe económico es orientativo).

- 50.000 euros por un seguro.

- 2-100.000 euros es el capital social estimado para ser aprobado por el Consejo Superior de Deportes.