La montaña rusa en la que han transitado las negociaciones entre Praedium (sociedad compradora de Montefibre) y Endesa (principal acreedor y con prebendas sobre la planta de cogeneración) empieza a estabilizarse. Tras meses de conversaciones, envío de documentos y reuniones, lo que el pasado viernes era un desacuerdo se tornó ayer en una vía que abre la solución de reapertura para finales de julio de la planta mirandesa.
Así lo afirma el máximo responsable de Praedium, Alfonso Cirera, que ayer estuvo en Miranda y que da por hecho el pacto entre ambas partes, aunque hay que firmar el llamado MOU (memorándum de entendimiento, en sus siglas en inglés). Y es que la participación de Endesa era esencial, puesto que tiene prebendas sobre la planta de cogeneración, fundamental para poder reabrir la fábrica de fibras. La eléctrica, por su parte, confirma igualmente que se han «acercado posturas» y entiende que si Praedium da «unas garantías muy serias» sobre los compromisos alcanzados, la firma definitiva se dará, ya que se estudiarán «a conciencia» las condiciones y las garantías.
El tira y afloja habido durante meses se ha solventado con una quita de la deuda de 7 millones de euros que Montefibre tiene con Endesa del 30% (notablemente mejor que la que asumen el resto de acreedores, que es del 60%), dos años de carencia y la renuncia de Endesa a ciertos privilegios vinculados con la planta de cogeneración.
Y llegados a este acuerdo, Cirera quiere arrancar cuanto antes, para poner en valor y en operación Montefibre y los productos que en ella se fabrican, y dar así mayor potencia a Nylstar, la empresa dedicada a la producción de hilos y tejidos de alta calidad para el sector de la moda.
Ello pasaría por validar la ampliación de capital de 2 millones de euros para hacerse con el 90% de las acciones de Montefibre Hispania y, evidentemente, por la incorporación de una plantilla suficiente para arrancar a factoría. En datos, y siempre según el plan de viabilidad aprobado, serían unos 152 empleados para poder retomar la actividad, que podría subir progresivamente conforme al aumento de la producción. Trabajadores que serían los actual 79 trabajadores actuales (una treintena están prejubilados) y los exempleados, que son casi 180 personas que tienen prioridad a la hora de ser contratados si se reabre la planta, aunque con las nuevas condiciones que aumentan las horas semanales y reducen un 30% los salarios.
Las perspectivas que tiene Predium son optimistas, y llegan incluso a plantear una facturación anual de 45 millones de euros el primer año de producción. «Llevamos mucho tiempo trabajando, hemos visitado a muchos clientes y ya tenemos pedidos en firme; los clientes están esperando la llegada de Leacril», dice Cirera, en referencia al producto estrella de Montefibre. De hecho ya se negocia la compra de materias primas como el acrilonitrilo, y se revisa la instalación para comenzar los trabajos de puesta punto que permitan arrancar tanto la planta de cogeneración como la de fibras lo antes posible. Las previsiones «optimistas» hablan de finales del mes de julio, aunque cualquier plazo que se fije dentro del verano se da por bueno. Ello obligará a negociar un nuevo ERE con los trabajadores que se mantienen, en principio de seis meses, aunque podría suspenderse antes de que acabe si como se espera la planta vuelve a la actividad.
Cirera defiende que el trabajo hecho para poder llegara hasta aquí «ha sido muy difícil y no hemos tenido ningún tipo de ayuda», y valora la reapertura de Montefibre como «un paso muy importante para Miranda y para su comarca». Tiene en cartera mantener reuniones con la Junta de Castilla y León y con el Ministerio de Industria, y confía en que el resultado de todo el proceso sea positivo y permita reflotar la firma de fibras y garantizar el empleo.