La empresa aeronáutica mirandesa Aciturri está inmersa en otro proyecto novedoso y que puede generar a partir de 2015 una nueva carga de trabajo para sus factorías con el inicio de la fabricación en serie de una de las estructuras principales del Embraer KC-390, un avión de transporte mediano propulsado por dos motores a reacción en lugar de los tradicionales turbohélices que equipan a la mayoría de los aviones similares.

El fabricante brasileño eligió en 2011 a la compañía como suministrador principal de este moderno avión, con lo que además Aciturri logra la entrada en los grandes proyectos de la empresa brasileña, el tercer fabricante mundial en tamaño, siendo una participación estratégica ya que supone el acceso a un nuevo cliente ubicado además en Sudamérica y en un país emergente.

Y ahora se acaba de hacer la presentación en tierra del avión ya ensamblado, para lo que personal de Aciturri se desplazó a Brasil donde se ha anunciado la intención de que el primer vuelo se produzca antes de que acabe el presente año.

Para Aciturri el proyecto ha supuesto un notable trabajo tanto de diseño como de fabricación. «Se trata del llamado WFF, que es una estructura de 16 metros de largo, 4,5 de ancho y 2 de alto, y cuya función principal es hacer la transición aerodinámica entre el ala y el fuselaje», explican desde la compañía, detallando que esta imponente pieza está integrada por 150 vigas y cuadernas principales, 75 paneles de fibra de carbono, aproximadamente 750 piezas estructurales de unión y miles de fasteners y elementos comerciales para el ensamblaje.

De la misma manera la pieza fabricada por Aciturri tiene como objetivo cubrir y proteger gran cantidad de equipos y sistemas del avión. «La necesidad de acceder a todos ellos de una manera rápida, con el objetivo de reducir los costes de mantenimiento e incrementar la operatividad, establece una de las principales particularidades del diseño de este producto, que es que los paneles de material compuesto deben ser intercambiables», concretan.

Un trabajo que en dos años y medio les ha permitido entregar (el pasado verano) la primera de las piezas, trabajando actualmente en el segundo prototipo de este aparato que dispone de una capacidad de carga de 23 toneladas, la posibilidad de repostar en vuelo y de actuar como avión cisterna, de realizar lanzamientos de carga, transportar a tropas y vehículos de combate, presentándose así como una alternativa al C-130 Hércules.

Y Aernnova

También otra empresa muy vinculada a Miranda, como es Aernnova, ubicada en Berantevilla y con un una plantilla que en un alto porcentaje es de la ciudad, participa en este proyecto de la constructora brasileña de aviones. De esta manera también tienen un potencial aumento de carga de trabajo a partir de 2015, ya que en concreto participan en tres partes distintas de este nuevo avión de carga que Embraer está comercializando y que cuenta ya con pedidos en firme de fuerzas aéreas de varios países.