Hace ahora tres semanas, la apicultora de Espinosa de los Monterosy vicepresidenta de la Asociación de Apicultores de Las Merindades, Yolanda Martínez, halló en su nave un insecto y nada más inspeccionarlo tuvo la certeza de que se trataba de un avispón asiático. Tres semanas después, una vez elaborado un informe del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta en Burgos que llegó ayer a la Consejería de Medio Ambiente se confirmaba lo que todos los apicultores parecían tener claro. Desde la Junta de Castilla y León anunciaron a DB que los agentes medio ambientales comenzarán este otoño a prospectar todo el entorno de Espinosa en busca de nidos de esta especie, así como la zona del Valle de Mena más cercana a Álava, donde otro apicultor también localizó un ejemplar a principios de mes, aunque este no se ha analizado.
También en la jornada de ayer, la Junta de Castilla y León dio aviso a la Red Nacional de Alerta de Especies Invasoras para que tanto el Ministerio de Medio Ambiente como el resto de comunidades autónomas tengan constancia del hallazgo. Desde el Gobierno regional admitieron que hasta ahora se ha realizado «una vigilancia pasiva» y no activa, como la que está previsto iniciar, pero aseguraron en contra de las críticas de los sindicatos agrarios que «no hemos dejado de trabajar». En este tiempo, explicaron se han hallado hasta cuatro nidos de avispas en Burgos que se sospechaba fueran de esta especie, pero que resultaron ser de avispón europeo, una especie «también en expansión por el cambio climático».
En defensa de su trabajo, desde la Junta de Castilla y León señalaron que la Consejería de Medio Ambiente ha participado con sus técnicos y con el resto de comunidades autónomas en la elaboración de un documento que se elevará al Comité de Flora y Fauna del Ministerio de Medio Ambiente y que será la base para combatir el avispón asiático, la tercera especie invasora después del visón americano y el mejillón cebra que va a contar con un protocolo a nivel nacional.
Desde Medio Ambiente consideran que los insectos hallados en Espinosa y Mena pueden ser avispones de un nido cercano -de ahí las tareas de búsqueda previstas- o reinas que han iniciado un proceso de dispersión y que tras hibernar durante los meses fríos saldrán de su letargo hacia marzo para comenzar a criar y crear nidos que estarán llenos de obreras entre abril y mayo.
De ahí, que la primavera sea la fecha que se ha marcado la Consejería de Medio Ambiente para tener listo todo su protocolo de actuación, dado que antes aseguran apenas hay peligro de que se vayan a producir pérdidas en la apicultura ni daños a personas, mientras que «es previsible que en primavera habrá una presencia más estable».
Agentes medioambientales
De momento, desde Medio Ambiente recomiendan dirigirse al Ayuntamiento, si el hallazgo de un avispón asiático o de un nido se produce en un núcleo urbano y que los ayuntamientos se dirijan a Medio Ambiente, mientras que si los avispones están en el campo, quienes los detecten han de dar aviso a los agentes medioambientales -antigua guardería forestal-. En el futuro, es previsible, según explican, que las alertas se centralicen a través del teléfono de emergencias 112.
El protocolo de detección y control del avispón «debe ir acompañado de la vigilancia de los apicultores», señalan desde Medio Ambiente. Pero a ello se unirán otras muchas medidas para evitar daños en colmenas mediante trampas, sus tipos, sus fechas de colocación, así como las actuaciones para retirar los nidos y si se hará con o sin insecticida. Asimismo, Medio Ambiente llevará a cabo una campaña de información ciudadana sobre la vespa velutina.
Así las cosas, el jefe de sección de Espacios Naturales, también responsable regional de flora y fauna silvestre, José Ignacio Molina, se muestra «poco optimista en la eliminación completa de esta especie». En su opinión, «habrá que tomar medidas para convivir con esta invasora, porque como ha sucedido con muchas otras especies, una vez que se introducen por varias provincias es muy difícil eliminarlas».