En el tercer sótano del HUBU se ingresa cada semana a 2 personas a las que se les ha extraído el tiroides por un cáncer. Pero como la cirugía no puede eliminarlo todo, pasado un tiempo les administra una pastilla de yodo radioactivo para que elimine todos los restos de tejido sano y actúe sobre las posibles metástasis. A este tratamiento se le denomina 'curieterapia' en honor a Marie Curie.