Blas-Gon Villa de Aranda y Puente Genil se citan en un compromiso histórico para ambas escuadras con la ‘final four’ de Copa del Rey como principal recompensa en su horizonte más cercano (Príncipe de Asturias, 21.00 horas).

La presencia de cualquiera de los dos equipos en la final a cuatro del torneo copero supondrá un soplo de aire fresco al mismo. En ambos casos, el símbolo de la reivindicación de dos clubes modestos dispuestos a cambiar el guión establecido. Tanto Villa de Aranda como Puente Genil encaran el partido más importante desde su llegada a la élite del balonmano. Esta noche, uno quedará eliminado no sin antes haber permitido a su afición soñar con la consecución de cotas elevadas hasta hace bien poco inaccesibles para sus intereses.

Los de Jacobo Cuétara tendrán que remar contracorriente porque así lo determinó su discreto encuentro disputado en tierras cordobesas allá por el mes de febrero en el que los ribereños cayeron derrotado por cinco goles de diferencia (29-24). Una renta que obligará a los arandinos a rozar la excelencia ante un equipo que ocupa la octava posición en Liga Asobal con un punto más que su rival en el día de hoy.

El de esta noche será el cuarto enfrentamiento entre ambas escuadras a lo largo del presente curso. Aparte del compromiso mencionado correspondiente al partido de ida de cuartos de final de Copa, ribereños y cordobeses se han medido en dos ocasiones. Allá por el mes de octubre, un Villa de Aranda entonces entonado venció con claridad al conjunto dirigido por Fernando Barbeito (33-30). Ya en el último encuentro, también correspondiente al campeonato liguero, los cordobeses fueron muy superiores (28-22).

Incógnita

Pronosticar un desenlace resulta especialmente aventurado dado el transitar por la competición de los dos equipos en liza. Ambos conjuntos llegan de perder en sus respectivos compromisos ligueros. Puente Genil cayó a domicilio ante Granollers (29-27) y el Villla de Aranda hizo lo propio en su propia cancha ante PuertoSagunto.Derrotas, en cualquier caso, rodeadas de circunstancias atenuantes. En el caso de los cordobeses, su tropiezo se produjo ante el tercer clasificado mientras que a Aranda le pesaron las bajas de Roberto Sánchez y de Nikola Lazic.

Una de las buena noticias que nos deja los prolegómenos del choque es el regreso del jugador serbio, que viajó a su país por motivos familiares, y del extremo gallego, recuperado de sus problemas físicos.Mientras, el cuadro cordobés llega con todo. Sus principales amenazas son Chispi, máximo goleador de Asobal, y Baena, pivote de contrastada calidad y muy difícil de frenar. Se espera un excepcional ambiente en las gradas del Príncipe de Asturias para asistir a la consecución de una gesta difícil pero no imposible.