Clegg tiene la llave del poder

Agencias
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El candidato liberaldemócrata y actual viceprimer ministro británico apoyará a la fuerza más votada en las urnas, ya que considera que el partido más respaldado es el que debe gobernar

 
 
Las elecciones legislativas que se celebran mañana en el Reino Unido se presentan como las más igualadas en décadas, con los sondeos concediendo continuos empates entre los candidatos de los dos principales partidos, el conservador David Cameron y el laborista Ed Miliband. La situación se antoja tensa, ya que un resultado electoral no concluyente amenaza con una crisis constitucional y la posibilidad de que se celebren nuevos comicios.
Ante esta perspectiva, el actual viceprimer ministro y candidato del Partido Liberal Demócrata, Nick Clegg, expresó su intención de apoyar a la formación que más respaldada sea en las urnas. 
«La fuerza que consiga el mayor número de votos y escaños, en otras palabras, el partido que recibe el mayor mandato de la población británica, debe tener el derecho de tratar de formar Gobierno», afirmó el líder de un bloque que va a menos, ya que, según las encuestas, se convertirá en el cuarto grupo después de las elecciones. 
«Incluso si ese partido no tiene una abrumadora mayoría, a mi parecer, se le debe dar el tiempo y el espacio para liderar un gobierno», detalló el todavía socio de Gobierno de Cameron. 
El dirigente centrista indicó que su formación hablará con la más votada, aunque especificó que un posible acuerdo dependerá de la disposición de dicha fuerza política con respecto a los liberaldemócratas. 
Clegg sugirió su preferencia por un Ejecutivo de coalición frente a uno que gobierne en minoría. No obstante, parece que ha aprendido de sus cinco años junto a los tories, en los que ha cosechado numerosas críticas por las reformas emprendidas por los conservadores, y remarcó que solo aceptará cargos ministeriales en caso de poder desarrollar sus propias leyes.
 
Haciendo números. Según fuentes cercanas a Cameron, el primer ministro estaría dispuesto a reeditar una alianza con los liberaldemócratas. El problema reside en la debacle que las encuestas atribuyen a sus actuales socios, que podrían ver sesgada a la mitad su presencia en la Cámara de los Comunes, con lo que juntos no lograrían la mayoría de 326 diputados. Las últimas proyecciones conceden un empate de un 34 por ciento a la formación del premier y a la de Miliband, si bien con un mayor número de votos para el actual dirigente, con lo que el respaldo de Clegg caería del lado conservador.
Sin embargo, este sondeo da a los centristas un 10 por ciento de los votos y, tal vez, la clave pueda estar en el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), que recabaría el 13 por ciento de los apoyos. Eso sí, el bloque que dirige Nigel Farage no cuenta con la simpatía de ninguno de los candidatos mayoritarios, por lo que una posible coalición con los euroescépticos parece más que descartada.
Miliband, además, también ha descartado una unión con los nacionalistas escoceses, que podrían conseguir 50 escaños, un notable aumento en comparación con los seis que hay actualmente en el Parlamento.
Ante esta perspectiva, Cameron podría no conseguir los socios necesarios, pero su rival tampoco. Por ello, todo apunta a que la estrategia del líder de centroizquierda podría ser la de desafiar la proclamación de Cameron e, incluso, forzar una nueva convocatoria electoral.