Paso del ecuador mirando al cielo

A.C. / Medina de Pomar
-

Las fiestas del Rosario hacen un alto hasta el viernes después de cuatro días en los que el viento y la lluvia han sido protagonistas e incluso obligaron a suspender la verbena del lunes

La lluvia ha sido muchas veces compañera de viaje de las otoñales fiestas del Rosario, pero el viento ha sido en esta ocasión uno de sus principales enemigos. Si la banda de música se refugiaba el domingo bajo los soportales del Ayuntamiento, porque las partituras volaban y las sujeciones de los instrumentos perdían el equilibrio, en la noche del lunes, el alcalde, Isaac Angulo, decidió suspender la verbena «por motivos de seguridad y para evitar accidentes», como ayer relató a DB. La Orquesta Jamaica tocó a las nueve de la noche, como estaba previsto, pero el aviso llegado a las diez y media de la noche alertando al Ayuntamiento de que «se declaraba la alerta amarilla por rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora» llevó a Angulo a «primar la seguridad de las personas por encima de todo».

El resto del programa de los primeros cuatro días festivos se ha mantenido intacto y el edil de Cultura, Carlos Pozo, destacaba ayer el «éxito» de las propuestas que han llenado las tardes del domingo y el lunes y han ofertado alternativas a quienes no acuden a ver los festejos taurinos. El guateque para los mayores y el espectáculo familiar de Tiritirantes fueron las dos opciones que acogió la plaza de Somovilla, a pesar de la amenaza de lluvia permanente.

En la jornada de ayer, nuevamente la lluvia desanimó a muchos de los habituales participantes en el Concurso de Paellas organizado por la Peña El Olvido. Por la mañana llovía cuando comenzaron las elaboraciones, pero hubo varias cuadrillas de valientes que resistieron y a todos ellos desde El Olvido les dieron las gracias. En esta ocasión, solo llegaron a tiempo media docena de paellas. Los ganadores absolutos fueron el grupo de Las flamencas, de Medina, que se llevaron el premio a la mejor presentación y a la mejor paella. Pero el plato fuerte del día llegaba por la tarde con el divertido desfile de las peñas, este año un tanto tocado por la polémica del cambio de su itinerario, que no atraviesa la Nacional 629 y pasa por la plaza de Somovilla. Las peñas El Trompicón y su perfecta escenificación de una carrera de motociclismo, con pilotos y azafatos ad hoc, y Los Bufis, que se transformaron por una tarde en los novios de la muerte, sin duda destacaron. Los legionarios levantaron muchos, pero que muchos aplausos y no perdieron la marcialidad ni por un segundo. Superhéroes, mejicanos, monjes, plátanos y otros personajes recorrieron la ciudad y dieron la vuelta al ruedo antes de la becerrada de El Olvido, Los Bufis y Los Nocturnos.

El alcalde explicó cómo había considerado que «era necesario obtener autorización para cortar el tráfico en la Nacional y la Subdelegación de Gobierno ha denegado el permiso solicitado por el Ayuntamiento para cortarla. Así que no voy a incumplir la ley».  Avanzó que llevará al pleno la toma de posibles medidas por el incumplimiento del itinerario que protagonizaron varias peñas el lunes. Ayer todos respetaron el cambio marcado desde el Consistorio.