Cae un tercer proxeneta de la red que captaba prostitutas para Burgos

DB / Burgos
-

La 'operación Perla' sigue en marcha y cinco mujeres -testigos protegidos- han identificado a un vecino de la capital, de 45 años, que alquilaba los pisos y compraba muebles para ellos

Los investigadores que dirigen la ‘operación Perla’ no están escatimando esfuerzos para ‘desenmarañar’ totalmente la red de trata de blancas que captaba prostitutas en Barcelona para que ejercieran en pisos de Burgos. A las dos personas -un hombre y una mujer- que la Policía Nacional detuvo a principios de marzo hay que unir un tercer proxeneta -vecino de la capital- a quien cinco mujeres han identificado como colaborador de la trama.

F.R.F., de 45 años, formaba presuntamente parte de la organización. Se dedicaba al alquiler de pisos por habitaciones, a la compra de muebles y a la publicación de anuncios de servicios sexuales. En los cuatro pisos que registró la Comisaría en la primera parte de la operación fueron hallados numerosos documentos en los que aparece su identidad, lo que a juicio de la Policía le vincula a la trama.  Este hombre percibe un sueldo de empleado pero tiene otros negocios paralelos, como la venta de coches por internet o el alquiler de viviendas.

Cinco víctimas de la organización, consideradas testigos protegidos, han dado vuelo a una investigación que aún está lejos de cerrarse. Y es que la Comisaría no descarta que otras muchas mujeres se decidan a denunciar y a personarse en la causa.

Hace mes y medio fueron detenidos M.H.D., varón de 31 años, y E.M.R., mujer de 22. Él captaba a las mujeres, sin importarle que fuesen menores de edad, les prometía grandes sumas de dinero y después las chantajeaba para que siguieran prostituyéndose sin pagarles nada. Todo lo que ganaban lo tenían que depositar en un cajón de la cocina. Ella alquilaba los pisos, pero solo la fianza y un mes. El resto, incluido las facturas de la luz y el gas, se quedaban sin abonar. Además, tenía montadas al menos 3 estructuras de comercialización y distribución de vídeos pornográficos por internet.

La Comisaría les considera sospechosos de delitos relativos a la trata de personas con fines de explotación sexual, corrupción de menores y estafas varias.

Por el momento, son cinco las afectadas localizadas por la Policía Judicial. Tres de ellas -una de tan solo 16 años- estaban en el mismo piso en el que fue detenida la pareja.

M.H.D. usaba una aplicación telefónica para contactar con las chicas, todas ellas de bajo nivel cultural y familias con pocos recursos, escaso arraigo social, sin trabajo y con necesidades económicas perentorias. Les prometía ganar dinero fácil si enviaban fotos desnudas. El siguiente paso era una cita personal, a la que llegaron incluso dos mujeres de Barcelona, en la que ya subía el tono de la oferta a la prostitución. Una vez se ganaba su confianza, mantenían con él una primera relación sexual -no sería la única- con la excusa de instruirlas.

Como pasaba el tiempo y no cobraban un solo euro, ellas se querían marchar pero el sujeto les amenazaba con enviar fotos a sus familias de lo que habían estado haciendo.