"Las administraciones no prestan atención a Orbaneja "

R.P.B.
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El alcalde del onírico enclave burgalés afea el abandono que sufre una población de 53 habitantes que ha llegado a tener 5.000 visitas en un día

Es media mañana del martes; algunos buitres planean en torno a los altos roquedales del cañón, a lo que parecen ruinas de un castillo que nunca existió. Uno de los aparcamientos que con tanta tenacidad ha conseguido habilitar el pueblo para descongestionar las avalanchas turísticas ya está a rebosar, y eso que el verano no es la peor época para visitar Orbaneja del Castillo, que es desde hace siglos uno de los enclaves más bellos del país y, de un tiempo a estar parte, de los que más están padeciendo una ‘turistitis’ aguda creciente. Al frente de la Junta Vecinal de Orbaneja está Javier Perujo, un joven sensato y comprometido que está librando una batalla sin cuartel -y altruista- para proteger este sueño de piedra y agua sin que pierda el interés ni el encanto. De momento lo está haciendo solo, a la espera de que administraciones más competentes en la materia decidan implicarse.

¿Corre Orbaneja el riesgo de morir de éxito?

Estamos intentando que no suceda a través de distintas actuaciones. Pero las administraciones que están por encima de nosotros (Diputación de Burgos, Junta de Castilla y León) deberían prestar más colaboración si no queremos morir de éxito.Y en su mano está: ellos tienen los recursos y las capacidades.

Parece mentira que una de las escasas fórmulas de desarrollo y de freno a la despoblación rural, que es el turismo, se haya podido convertir en un problema...

El turismo tiene dos partes. No hay que negar la positiva, que permite que muchos empadronados puedan vivir de él durante todo el año porque la mayoría tiene un establecimiento hostelero. Es decir, el turismo da vida al pueblo. Pero, por otro lado, el turismo tiene que ser sostenible. Y esa sostenibilidad significa que todos a una -todas las administraciones- pongan de su parte para que sólo podamos decir cosas buenas del turismo.

¿Cree que esas administraciones son conscientes del problema?

No lo son, porque no han venido. No conocen el meollo del problema.En las fechas críticas -Semana Santa y los puentes, principalmente, más que en el verano- nunca han estado aquí. Difícilmente van a ser conscientes de la problemática si no la conocen, si no vienen cuando sucede el problema.

Y el problema es gordo...

Son varias cuestiones.Primero tenemos el ‘problema’ orográfico: Orbaneja tiene una evidente limitación de acceso y espacio, que por otro lado es lo que hace que sea tan bella. Eso no lo puede controlar nadie: cuando en el pueblo hay un número tal de personas se satura.Para eso no hay solución. Pero el que hasta ahora no haya habido unos accesos y unos espacios para desatascar la carretera implica que se generen aún más problemas de espacio. El hecho de estar tan abandonados, de que las administraciones competentes no hayan intervenido, genera más controversia.

Lleva tiempo reclamando más competencias -más presupuesto- para poder afrontar las avalanchas de turistas. ¿Cree que así podría empezar a resolverse el problema?

Evidentemente. La carretera pertenece a la Junta de Castilla y León. Y todas las actuaciones que hemos realizado en ella, absolutamente todas, han corrido por nuestra cuenta, con nuestro dinero. Algo falla aquí. Falta comunicación, falta intención y falta voluntad para resolver el problema. Y nuestro presupuesto es el que es.

Han habilitado tres aparcamientos, pero parece que no son suficientes. ¿Cuáles son las medidas más urgentes que necesita hoy Orbaneja?

Los aparcamientos no son suficientes en momentos puntuales.Ahora mismo, en verano, son suficientes. También para los fines de semana de invierno. No lo son en fechas comoSemana Santa o los puentes. Nosotros no vamos a gastar más presupuesto en aparcamientos. Ahora estamos cambiando la pavimentación porque el empedrado actual es muy deficiente. Nos estamos gastando el presupuesto en ello, que es ahora mismo lo principal.

Con respecto a las avalanchas, ¿está sucediendo en Orbaneja lo que en otros lugares con problemáticas similares, que los vecinos le están cogiendo aversión al turismo? ¿Hay cansancio, malestar?

El hecho de que haya turismo beneficia a los negocios del pueblo, pero también es verdad que hay vecinos a los que no les aporta nada y que puedan estar molestos de que unas fincas públicas se destinen a aparcamiento en vez de darlas otro uso. Sucede que en un mismo vecino pueden darse ambas opiniones: que sin el turismo este pueblo podría estar muerto y que el hecho de que este crecimiento tan exponencial supone un problema. El mismo vecino tiene las dos visiones.

¿Cuál es el récord de visitantes de Orbaneja?

Hemos llegado a registrar unas 5.000 personas en un día.