El Juzgado de lo Mercantil, que tramita el proceso de liquidación de Confecciones Ory, tiene sobre la mesa una oferta de la empresa Demilo Textil S.L. para adquirir el fabricante de ropa de baño burgalés por un montante de 500.000 euros, operación que incluiría la marca, la producción de la campaña 2014-2015 y la maquinaria, entre otros conceptos.

La propuesta, que el administrador concursal consideraría «insuficiente» por no cumplir los requisitos, según apuntan desde el comité de empresa, incluye la subrogación de 10 trabajadoras en plantilla de la firma en liquidación, mientras que otras 61 recibieron en el día de ayer la carta de despido, que se hará efectivo el próximo 10 de abril. 8 personas más se mantienen en su puesto para ocuparse de culminar los pedidos y trámites administrativos que quedan aún pendientes en Ory.

     Las cartas de despido incluyen la notificación del importe de la indemnización correspondiente a cada afectada (20 días por año trabajado), que deberá ser reclamada al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), al igual que los salarios de los meses de enero, febrero y marzo si finalmente no son abonados -como era obligado si hay fondos suficientes- durante el procedimiento de liquidación. Las despedidas dejarán de trabajar el 31 de marzo y agotarán días de vacaciones hasta el 10 de abril.

Todo este proceso se ha acelerado tras la autorización el pasado lunes por parte del juez del EREde extinción pactado con la plantilla y que contemplaba 79 salidas.

No obstante, según se puso de manifiesto en la asamblea de trabajadoras celebrada en la tarde de ayer, el mantenimiento de las 10 empleadas -«con nombres y apellidos»- para atender la oferta de Demilo Textil no había sido acordado previamente. El pacto previo solo contemplaba el mantenimiento de 3 o 4 personas por necesidades de producción.

Desacuerdo

«El comité no está de acuerdo con que 10 personas se subroguen por la oferta del grupo inversor porque, a fecha de hoy, no hay ningún pronunciamiento del juez para adjudicar Ory ni incluso una fianza previa por el interesado», señalan las representantes de las trabajadoras. Esta decena de personas, ligadas principalmente a administración y almacenaje, según el comité, se ocuparían de las labores de diseño, corte y distribución comercial que, en principio, seguirían radicadas en Burgos. La confección se realizaría en otros lugares.

Queda en manos del titular del Juzgado de lo Mercantil el aceptar o no la oferta de Demilo Textil S.L. previo estudio del informe que sobre la misma debe realizar el administrador concursal encargado del caso. Si no hubiese aprobación, el proceso de liquidación iniciado a principios de enero se ejecutaría mediante la convocatoria de una subasta pública.