Una entre 40.000

Angélica González / Burgos
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Este lunes el burgalés Sergio Vivar recibió una llamada del Registro de Donantes de Médula Ósea para iniciar las pruebas que confirmen su compatibilidad con un enfermo de leucemia a quien un trasplante puede salvar la vida. En Burgos hay 1.345 donant

Sergio y Carolina, con una de sus hijas. - Foto: Patricia

Es difícil discernir quién está más emocionado, si Sergio Vivar o su mujer, Carolina Astorga, coordinadora en Burgos del grupo Unidos por la Médula, que fomenta la donación de este tejido. Este  burgalés de 40 años recibió el pasado lunes a las 9,30 horas de la mañana una llamada del Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO) de la Fundación Josep Carreras debido a que son altas las probabilidades de que sea compatible con un paciente enfermo de leucemia que necesita un trasplante para salvar la vida. «Estoy muy emocionado, y a la vez siento una gran responsabilidad pensando en que no pase nada para que la donación se pueda llevar a cabo», cuenta.

Carolina Astorga es mucho más explícita y asegura que es «como si nos hubiera tocado la lotería»: «Tener la posibilidad de salvar una vida humana es una cosa tremenda, es como que has cumplido con el Universo», añade. Tanta explosión de felicidad tiene que ver con las escasísimas posibilidades de compatibilidad que hay entre un donante y un receptor, algo así como una entre 40.000, según se explica en la página web de la Fundación Josep Carreras: «Cuando alguien se apunta como donante en el REDMO se le extrae una muestra de sangre que servirá para comprobar la compatibilidad entre un receptor y los posibles donantes. Aunque las probabilidades de compatibilidad son muy bajas (aproximadamente 1 entre 40.000), si se detecta que esa persona es el mejor donante para un receptor, su centro de referencia se pondrá en contacto con ella».

Y eso es lo que le pasó a Sergio hace cuatro días. «Hemos empezado con una analítica en el Divino Valles (allí se encuentra el Banco de Sangre) y por delante habrá otras pruebas hasta que se decida si se hace el trasplante», afirma el joven, que se hizo donante en diciembre del año pasado tras la insistencia de su mujer, que lleva la militancia en favor de la donación a todos los ámbitos de su vida. No es infrecuente verla en el trabajo (tienen un comercio en la calle Santiago) con la camiseta naranja con el logo de la donación y un teléfono informativo. De hecho, este verano cumplió el impresionante reto de llevar  esta prenda ¡cien días seguidos!

El REDMO existe desde el año 1994. En todo este tiempo se han producido tres donaciones ‘burgalesas’, una en el año 2010 y las otras dos precisamente en este 2014. En el Registro se encuentran 1.345 donantes de la provincia de Burgos, 419 de los cuales se han inscrito este año.

Desde la Fundación detallan que es el médico del paciente que necesita el trasplante quien toma la última decisión en función de la idoneidad del donante y del estado físico del enfermo. Si considera que el donante propuesto es idóneo, rellena la solicitud de petición; luego el Registro se pone de acuerdo con él y organiza una cita para su examen médico. Tras recibir los resultados y si se encuentra en condiciones de hacer efectiva la donación y la reafirma, el centro trasplantador empezará el acondicionamiento del paciente.