Mayo ha acogido más de 800 comuniones en Burgos

R. Travesi / Burgos
-

La Parroquia del Beato Rafael, en el barrio del G-3, es la que más celebraciones ha organizado, con cerca de 100 niños • La Catedral y San Nicolás siguen a la cabeza en bodas religiosas, unas 70 cada una este año

Imagen de archivo de unas niñas vestidas de Primera Comunión en la Fiesta del Curpillos, por el barrio de las Huelgas. - Foto: Valdivielso

La celebración de la Primera Comunión es un día importante para los niños y niñas, porque son los protagonistas al reciben un sacramento que les permite, desde entonces, comulgar en la Iglesia. Hablamos de un número importante que, al margen de lo puramente religioso, supone un gasto considerable para las familias. Este año, a lo largo del mes de mayo, se van a celebrar unas 800 comuniones en la capital burgalesa. Las últimas han tenido lugar este mismo fin de semana e incluso hoy domingo se celebran en La Real y Antigua (11,15 horas), la parroquia de Villalonquéjar, Fátima y San Cosme y San Damián, entre otras.

La celebración de la Primera Comunión guarda mucha relación con la natalidad que se registra en la ciudad. El número de niños que recibe este sacramento también depende del lugar donde residan sus padres y, por tanto, de la parroquia a la que pertenecen. Solo así se entiende que la iglesia del Beato Rafael, en el barrio de Vista Alegre G-3 con muchos matrimonios jóvenes, haya tenido 94 comuniones este año, repartidas en seis tandas. Y eso que la parroquia ha preparado hasta 123 niños en catequesis, aunque algunos han optado por celebrar ese acto en los pueblos de su familia. La previsión es que para el año próximo haya una cifra similar, porque están apuntados otros 132 chavales.

La parroquia de la Inmaculada Concepción ha celebrado en mayo 80 comuniones, una cifra similar a la iglesia de la Merced, donde 78 niños han recibido la Comunión. Son todos ellos alumnos de tercero de Primaria del colegio de Jesuitas, que acuden a este templo. Entre las que más celebraciones de este tipo tienen, también está la parroquia de San Julián, con 74 comuniones más otros 6 niños que han ido a otras localidades.

Otras iglesias con numerosos vecinos en el entorno también concentran buen número de Primeras Comuniones. Son los casos de San Pedro y San Felices (55), San Pedro de la Fuente (50), San Cosme (47), La Anunciación -entre avenida del Cid y Reyes Católicos- (45), La Real y Antigua de Gamonal (44) y El Salvador -avenida de la Constitución- (40).

Hay casos como las parroquias de San Esteban-San Nicolás y la de Santa Águeda, en el casco histórico, que celebran de forma conjunta las comuniones y así da más elección de fechas a los padres. Entre ambas iglesias, este año pasarán 21 niños. Los templos que están en el centro de la ciudad tampoco celebran mucho este sacramento al existir poca gente con esas edades como, por ejemplo, San Lorenzo (5) y San Gil (10).

En cuanto a las bodas religiosas, las cosas no cambian y la Catedral y San Nicolás son las iglesias que más matrimonios celebran en Burgos, aunque han bajado algo con respecto a 2011. La belleza de los templos, unido a su ubicación céntrica y la tradición familiar, justifican este tirón.

La Seo cerrará el año, previsiblemente, con unas 72 bodas mientras que San Nicolás, con 70. En ambos casos, tienen todos los sábados (mañana y tarde) con celebraciones entre mayo y octubre, a los que hay que sumar algún viernes. El párroco de San Esteban-Nicolás, Rodrigo Aguilera, constata que ha bajado un poco el número de bodas y lo relaciona con la crisis económica, sin olvidar que cada vez son más las parejas que optan por el matrimonio civil. «Este año, he tenido el caso de unos novios que querían retrasar la boda por que no tenían trabajo y otros que habían perdido su empleo, que también querían suspenderla. Al final, les convencí para que siguieran adelante», apunta Aguilera.

Falta de fe

El canónigo de la Catedral, José Antonio Abad, cree que la Seo tiene un colchón fijo de bodas y cita que para el año próximo está casi todo reservado para verano. Este sacerdote constata que la tónica es celebrar menos matrimonios por la Iglesia y no es tanto por la coyuntura actual. «La principal causa es la falta de fe, la cohabitación de los novios y que hay parejas sin bautizar», manifiesta.

La Antigua es otro lugar donde los novios desean celebrar sus bodas. Unas 40 parejas se darán el ‘sí quiero’ en esta iglesia, mayoritariamente personas del barrio pero también de otras zonas de la ciudad, según explica el párroco Domiciano Juarranz. Muy de cerca, está la parroquia de San Antonio Abad, en el barrio de las Huelgas, con 36 bodas para los próximos meses. El párroco de San Gil, Pedro Muga, lamenta el olvido de los burgaleses con esta iglesia pese a ser un monumento importante, que sufre actos vandálicos por su cercanía a las zonas de ocio. Incluso reclama la reposición de la placa que explica la historia de la iglesia. Este año, una treintena de parejas se declararán amor eterno en este lugar. San Lesmes es otro de los templos que tampoco puede faltar, con 25 celebraciones.

El resto de parroquias acoge alguna boda aunque lo habitual es que los sacerdotes elaboren los expedientes para que los novios se casen en otra iglesia.