La victoria ante Las Palmas ha supuesto un revulsivo, no solo por la importancia de los tres puntos, sino también por la forma en que se lograron. El Mirandés firmó un partido muy completo y la afición abandonó Anduva con la sensación de haber visto el mejor encuentro de la temporada.  

El equipo no solo presionó y derrochó voluntad como es habitual, sino que tocó y llegó al área rival con mucha más frecuencia que nunca. Las estadísticas así lo reflejan, ya que los rojillos remataron 18 veces (once a puerta y siete fuera), una cifra que contrasta con la media de la temporada, que no alcanza los nueve disparos por partido, y sobre todo, muy superior a la registrada en las jornadas más recientes, cuando las dificultades para generar peligro han sido más evidentes. Por ejemplo, ante el Girona, el Mirandés solo lanzó seis veces a portería y con nulo acierto.

El estilo de Las Palmas también contribuyó a que se viera un buen partido, ya que los canarios plantearon un encuentro abierto, con continuas alternativas y llegadas a las dos áreas, lo que permitió al Mirandés disponer de espacios. Aún así, los rojillos buscaron el gol con más insistencia que en otros compromisos.

Carlos Terrazas introdujo modificaciones buscando más profundidad y los cambios surtieron efecto. Igor Martínez aportó verticalidad en la banda derecha, Álex García, que recuperó la titularidad, estuvo más incisivo, y Pedro Martín, con libertad de acción, firmó su noche más inspirada como rojillo.

Con más movilidad entre líneas, el Mirandés se olvidó de buscar constantemente a Urko Vera y supo sacar partido a otras virtudes. El trabajo de desgaste del vizcaíno, que solo con la atención  que genera en la defensa rival ya fija a los dos centrales, fue aprovechado en esta ocasión por la segunda línea para incorporarse, y con más alternativas de ataque, llegaron las ocasiones.

Además de las llegadas por las bandas o las accione individuales, los rojillos también animaron a probar en lanzamientos lejanos, una suerte en la que habitualmente se prodigan muy poco, y forzaron ocho saques de esquina, el doble que su rival. En uno de ellos, llegó el segundo gol de Pedro.  

Paso al frente

Lejos de venirse abajo  tras el empate canario al comienzo de la segunda mitad, el Mirandés dio un paso al frente y asumió la iniciativa para ir a buscar el partido. Con más de media hora por delante, Terrazas quemó todas las naves desde el banquillo con el cambio de Juanjo por Carnicer.

Aunque el delantero extremeño no estuvo tan participativo como ante el Valladolid, su presencia aportó más mordiente al ataque y el Mirandés logró arrebatarle nuevamente  la posesión del balón a su rival.  

Con los dos goles anotados por Pedro Martín, además de que el delantero malagueño rompe su larga sequía, el Mirandés ha dejado de ser el conjunto menos realizador de la categoría de plata. Osasuna, Recreativo y Tenerife suman ahora un gol menos que los rojillos.