Se acabó la paciencia y las excusas. El recién nacido Pacto Local por el Ferrocarril, que ayer echó a andar en la capital ribereña y en el que se integraron, además de los empresarios afectados por el retraso en la ejecución del ramal ferroviario al Polígono Industrial Prado Marina, todos los grupos políticos municipales, la Diputación y colectivos empresariales y sindicales, acordó ayer exigir a la Junta de Castilla y León la ejecución inmediata e incondicional del apartadero que permitirá a las firmas del sector siderúrgico enclavadas en esta zona industrial arandina ganar en competitividad al poder acarrear la materia prima que emplean hasta sus instalaciones gracias al tren. «El ramal es absolutamente necesario y prioritario para favorecer el desarrollo económico local y comarcal», señaló Raquel González, alcaldesa de Aranda y convocante del pacto, quien adelantó que se exigirá a la Administración regional, a la que acusó de falta de sensibilidad con Aranda y la Ribera, una partida finalista para la construcción de la infraestructura, y la convocatoria, a lo largo de este mes, de una reunión , en la villa, en la que participe también el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y los firmantes del pacto, en la que se den plazos de ejecución «viables y rápidos».
Durante la reunión se puso de manifiesto que el estudio de viabilidad del Directo, que está realizando el Ministerio de Fomento, no sirve como excusa para seguir demorando la ejecución del ramal ya que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha confirmado que la línea está abierta en su tramo norte y «podríamos traer desde hoy», indicó Alberto de la Calle, de Desarrollos Industriales Prado Marina. Por ello, aseveró la regidora, «la Junta debe cumplir con el compromiso que asumió» hace tiempo.
Una obligación que, además, aseguraron los empresarios, contrajo con ellos ya que cuando se implantaron en Aranda lo hicieron porque su polígono tenía acceso ferroviario, como aparece reflejado en el tríptico de la Agencia de Desarrollo Económico con el que se captó su llegada a la Ribera. Algo que, a su juicio, deja fuera de todo debate la posibilidad de que ellos mismos asuman los costes de construcción de la infraestructura aunque estarían dispuestos a negociar el coste de uso de la infraestructura. «Nosotros hemos cumplido nuestros compromisos de inversión y de creación de puestos de trabajo y que la Junta cumpla los suyos»», explicó Francisco García, de Tubos Aranda.
Los responsables de Todo Aceros, Aceros de China, Tecno Aranda y Tubos Aranda aseguraron que, en la actualidad, les basta con que la línea esté operativa hacia el Norte, permitiéndoles enlazar con los puertos de Santander, Bilbao y Pasajes, a donde llega la materia prima que utilizan en sus procesos de fabricación. «No renunciamos el día de mañana a otros accesos. Pero vamos a ser realistas con lo que tenemos ahora mismo», confirmó García.
Aseguraron que para ellos contar con transporte ferroviario ahora mismo es vital debido a los elevados costes que supone trasladar el material por carretera. En este sentido, indicaron que necesitarían mover un tren diario que, al cabo del año, supondría alrededor de 300.000 toneladas de acero. Un trasiego que en este momento están realizando por carretera, para lo que mueven cerca de un millar de camiones al mes.
Francisco Vázquez, de TodoAceros y Aceros de China, reconoció que es difícil calcular el sobrecoste que esta situación les está generando, aunque a modo de ejemplo advirtió que sale más caro transportar una tonelada de acero por carretera de Bilbao a Almería que traerla en barco desde China. Además, insistió en que más allá de la competitividad, disponer de ferrocarril les permitiría plantearse su actividad exportadora.
También pusieron el acento en que, en estos momentos, generan más de 240 puestos de trabajo directos, «y los indirectos son muy difíciles de calcular». Asimismo, aunque descartaron plantearse ahora mismo su marcha a otras localidades, por las fuertes inversiones realizadas para implantarse en Aranda, sí que confirmaron que habían recibido ofertas de otras comunidades autónomas y no descartaron que posibles ampliaciones de negocio pudieran llevarse fuera de Aranda si continúan sin ferrocarril.