Como cada otoño llega la época en que los aficionados a las setas invaden los montes en busca de hongos con los que complacer su curiosidad micológica o satisfacer su pasión gastronómica. Pero hay algunos que esquilman los campos para hacer negocio y, encima, sin estar autorizados para ello. Como cada octubre, también en 2015 llegan las primeras intervenciones de la Guardia Civil para detener las incursiones de los furtivos. El pasado fin de semana fueron denunciados 39 recolectores ilegales en un paraje de la Sierra de la Demanda y fueron decomisados 197 kilogramos de boletus y níscalos.   

Los hechos ocurrieron los pasados días 2 y 3 de octubre, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que un nutrido grupo de personas se dirigía hacia un monte de utilidad pública en la Demanda, sin tener autorización. Al lugar se desplazaron patrullas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil procedentes de Huerta del Rey y Salas de los Infantes. Tras una batida por la zona los agentes localizaron a los recolectores, que estaban ya cogiendo setas.

Los guardias civiles les identificaron y les solicitaron las autorizaciones correspondientes, pero no pudieron mostrarlas porque carecían de ellas. El primer día fue localizada una furgoneta en las inmediaciones, mientras que el segundo acudieron con dos. En su interior portaban numerosas cajas de plástico y bolsas que contenían, una vez pesados, 173 kilogramos de setas, de la variedad boletus edulis y pinícola y 24 kilogramos de níscalos (Lactarius deliciosus).

La mercancía ha sido intervenida y depositada en propiedad del titular del acotado, un Ayuntamiento de la comarca. Se han formulado 39 denuncias dirigidas al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, por carecer de autorización para la recolección. Según señala la Guardia Civil estas intervenciones sirven también para disuadir a más grupos de recoger setas sin permiso.