La operaciones corporativas están a la orden del día en el competitivo mercado del automóvil internacional y en las mismas empieza a ser habitual oír el nombre del Grupo Antolín, el primer fabricante de componentes en España y uno de los primeros del mundo. En las últimas horas, la prensa especializada norteamericana -concretamente Bloomberg- ha dado por hecho que la multinacional burgalesa mantiene conversaciones avanzadas con la canadiense Magna International para adquirir su negocio del interior del automóvil, una compra de gran dimensión dado que estamos ante el primer fabricante de componentes de Norteamérica.

Preguntada por este rotativo al respecto, la dirección del Grupo Antolín aplicó ayer a rajatabla su norma de «no comentar operaciones de mercado», sin confirmar ni desmentir lo publicado al respecto de esta posible compra. La otra parte, Magna, optó por la misma política. El caso es que las acciones de la multinacional canadiense en la Bolsa de Nueva York subieron un 6%.

La información periodística detalla que el acuerdo de adquisición podría cerrarse (o descartarse en su defecto) el próximo mes de abril. La compra, señalan, supondría la consolidación del Grupo Antolín como el mayor proveedor de componentes del automóvil del mundo, una de las metas a las que aspira su nuevo presidente, Ernesto Antolín. Por otro lado, la venta de este negocio permitiría a Magna, corporación con sede en la ciudad canadiense de Aurora (Ontario), obtener recursos para sus operaciones en el ámbito de la electrónica, el tren de potencia y las baterías.

La unidad de interiores de Magna suministra componentes  (sistemas de interior y paneles de puerta) para los principales fabricantes del mundo. Según Bloomberg, en el cuarto trimestre del pasado año sus ganancias ascendieron a 712 millones de dólares.

Más compras. La multinacional burgalesa ha realizado en los últimos años compras importantes en el mercado internacional del automóvil que le han permitido consolidar su posición estratégica en el sector.  La última se produjo en febrero de 2012, con  la adquisición del negocio de CRS, lo que supuso el inicio del proceso de expansión de la burgalesa en el territorio italiano, donde constituyó la nueva sociedad, Grupo Antolín-Italia. CRS era una compañía especializada en la fabricación de revestimientos para el interior del automóvil (paneles de puerta y pilares; moldes y utillajes para estos procesos).

En octubre de 2011 se hacía con CML Innovative Technologies, multinacional especializada en sistemas de iluminación para el automóvil. Esta compra abrió una nueva línea de negocio -junto a la de puertas, techos y asientos- en la que el Grupo Antolín ya era uno de los líderes de referencia.