La construcción de la piscina climatizada cada vez cuenta con menos empresas dispuestas a encargarse de la obra, pese a que es la inversión municipal más importante de la legislatura que supone un desembolso de más de tres millones de euros repartidos en varios ejercicios. De momento, el listado de firmas interesadas ha sufrido un importante recorte puesto que de las ocho empresas que seguían incluidas en el procedimiento solo dos han vuelto a presentar una oferta dentro del procedimiento negociado sin publicidad. Un mecanismo que sacó adelante el equipo de gobierno en septiembre con las abstenciones de Miranda Puede y de Ganemos Miranda.
Esta postura se enfrentaba con la posición de Izquierda Unida y del Partido Popular, que explicó que seguir con la adjudicación exclusivamente entre ocho empresas y con varios cambios en el pliego hacía que el Ayuntamiento se enfrentara a posibles recursos, después de que en el mes de julio se tuvieran que declarar nulas todas las propuestas por errores de forma en todas ellas. Para saber si alguna de ellas presenta alguna alegación habrá que esperar aunque lo que ya está claro es que solo dos firmas han continuado y presentaron una nueva propuesta económica y el proyecto antes del diez de octubre, fecha en la que acababa el plazo.
Desde el Ayuntamiento se indica que de las que optan al contrato la primera de ellas es la UTE formada por Urbico Construcción Civil y por Roacon, mientras que la segunda es la que corresponde a Lurgoien. El siguiente paso será el de mandar los sobres a la técnico municipal correspondiente para que se encargue de la valoración de los proyectos y el segundo aspecto que contará para otorgar la adjudicación será el precio. Con estos dos criterios sobre la mesa, el proceso tendrá que volver a someterse a votación en el Pleno, puesto que no es una cuestión que se haya delegado en la Junta de Gobierno. Esto es algo que complicará un poco más la adjudicación al equipo de gobierno puesto que al estar en minoría necesitará que alguno de los grupos, por lo menos, faciliten la selección de la oferta con una abstención.
¿Cuándo puede ser eso? Esta es una pregunta que de momento sigue sin respuesta, aunque lo que está claro es que el primer requisito es que se elabore un informe técnico para poder valorar las dos ofertas y saber si son viables. Más sencillo es el caso del aspecto económico, puesto que al transformar el proceso en un procedimiento negociado sin publicidad se eliminó las restricción que tenían las firmas para rebajar el precio de licitación en máximo del 15%, requisito que si constaba en el pliego con el que concursaron en el mes de julio, cuando las cuestiones formales echaron abajo las ocho propuestas.
La primera oportunidad para llevarlo a los plenos ordinarios estará en noviembre, aunque al celebrarse a primeros de mes tan solo quedan un par de semanas para el análisis técnico por lo que lo más probable es que antes de diciembre no se incluya para que la adjudicación se someta votación.