La empresa Acail Gas España, S.A., una firma dedicada a la fabricación de gases industriales y medicinales, así como al comercio al por mayor y por menor de gases y de productos químicos y equipamientos industriales y medicinales, ha elegido, según ha podido saber Diario de Burgos, la capital ribereña para instalar una nueva factoría.
Responsables de la compañía, con sede en O Porriño (Pontevedra), ya habrían alcanzado con Desarrollos Industriales Prado Marina un compromiso para adquirir una parcela del nuevo polígono industrial homónimo, con un emplazamiento envidiable por su visibilidad ya que está situada junto al desvío de la antigua N-I, para instalar la factoría, todo indica que atraídos en gran medida por las industrias del sector siderúrgico que se han instalado en ese mismo área y que podrían ser potenciales clientes.
La iniciativa, según han confirmado a este periódico fuentes próximas al Ayuntamiento, ya se planteó como posibilidad inicialmente a los responsables municipales hace algo más de un año. Después de varios encuentros, ayer mismo representantes de la empresa se desplazaron hasta la capital ribereña para mantener una reunión con el personal técnico de la oficina de Obras y Urbanismo para ultimar los detalles de cara a la tramitación del proyecto y que una vez se presente la solicitud de licencia , algo que se prevé llevar a cabo con carácter inminente, esté todo correcto y ajustado a la normativa para tratar de agilizarlo al máximo y evitar requerimientos posteriores de documentación.
La iniciativa ha sido acogida inicialmente muy satisfactoriamente por el Ayuntamiento que está dando todo tipo de facilidades para que pueda materializarse cuanto antes. La idea, según los pocos datos que han trascendido hasta ahora, es instalar una planta de envasado de gas a presión en la que se llevará a cabo el embotellado de gases como oxígeno, nitrógeno, argón... que llegarán ya transformados hasta la factoría ribereña.
Un proyecto que contempla inicialmente una inversión de unos 5,5 millones de euros y que prevé la creación inicial de entre 10 y 11 puestos de trabajo directos si bien, los planes de los promotores, sería ampliar la plantilla en un futuro próximo si se confirman sus expectativas.
INERTES Y A BAJA PRESIÓN
La instalación fabril no conllevaría inicialmente un riesgo potencial puesto que todos los gases que utilizan, a excepción del oxígeno que sí es necesario para la combustión, son inertes, están almacenados a baja presión y no son contaminantes, ya que todos ellos los respiramos habitualmente los seres humanos. Además el proyecto se ha promocionado como una iniciativa «verde», que no genera residuos y siendo una actividad que requiere un elevado nivel tecnológico.
La ubicación estratégica de la capital ribereña desde el punto de vista logístico, promocionada a nivel empresarial como el centro del norte, ha sido uno de los elementos determinantes a la hora de decantarse por Aranda de Duero como punto de envasado y distribución de estos gases, muy utilizados en diferentes tipos de industrias, como la fundición, siderurgia, pintura o en servicios sanitarios como los hospitales. Auto definida como una industria «amiga de las pómez» su mayor proximidad al cliente final va a permitir ganar en competitividad ya que posibilitará rebajar los precios al reducir sustancialmente los gastos del transporte y reparto.