Aena pide a Good Fly que se quede en Burgos y abre expectativas para Villafría

Á.M / Burgos
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La reunión celebrada ayer sirvió para certificar que el organismo que controla los aeropuertos públicos 'abrirá la mano' con la terminal

Un avión de la compañía sobre la pista de Villafría. - Foto: Valdivielso

Lejos de un ‘no’ rotundo, lo que los responsables de la aerolínea burgalesa Good Fly obtuvieron ayer de Aena fue un mensaje de ánimo y tranquilidad y una invitación directa que quedarse en Burgos. Eso es exactamente lo que buscaba la compañía porque «en Aena no se andan con rodeos y si las cosas no fueran a mejorar nos lo dirían muy claro», explica Felipe de Burgos, gerente de Good Fly.

Lo mollar del asunto reside en que la aerolínea anunció su deslocalización (con destino a Gran Canaria o León, ciudades en las que tiene delegación abierta) después de que Aena pasara la tijera por los horarios de Villafría reduciendo su actividad a tres horas diarias, la menor de toda España y la mitad que aeropuertos, como el de Huesca, que mueven menos de 2.000 pasajeros en un año.

Good Fly no puede sostener su oferta paralela a la aviación comercial (escuela de azafatas, título de piloto privado...) en esas condiciones puesto que no podría hacer las prácticas obligatorias. Así lo advirtió y subrayó que tiene un contrato vigente de alquiler de todos los espacios comerciales disponibles en Villafría (antes eran tres locales pero acaba de ampliar) y que ese contrato está sujeto a poder ofertar los citados cursos.

Así que sí, la reunión celebrada ayer en Madrid era crucial para saber si lo de abrir la mano y mejorar los horarios (al menos duplicarlos) para la aviación comercial va en serio o no. «Nos han explicado que están tratando de cerrar las negociaciones con los sindicatos para ver el impacto que tiene sobre el empleo el plan de reestructuración de horarios. Una vez que lo cierren, sabrán con cuánto personal se quedan en Villafría y, dependiendo de eso, cuántas horas se podrá volar tanto en verano como en invierno», amplía De Burgos, que en todo momento considera que Aena «cumplirá» con las expectativas de mejora.

Escuela de pilotos

Si finalmente hay acuerdo, la empresa no solo no se irá de Burgos sino que planteará un crecimiento importante de su actividad en las instalaciones burgalesas, y más en concreto sobre las antiguas dependencias militares del aeródromo que ahora no sirven a fin alguno y que han pasado a manos de Aena.

El planteamiento de Good Fly es crear allí una escuela de pilotos comerciales (de aerolínea) y para eso necesitaba saber si Aena está dispuesta a ceder las viejas instalaciones para su puesta en valor. Y sí, lo está porque «nos ha pedido que enviemos el proyecto debidamente explicado», algo que, entienden en Good Fly, no harían si no existiera voluntad de cooperación.

A partir de que se confirme la disponibilidad de los antiguos barracones, la vieja torre de control y las dependencias aledañas, la aerolínea comenzaría a trabajar con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) la obtención de las acreditaciones necesarias para poder impartir un título muy demandado tanto por el mercado nacional como por el internacional, especialmente en aquellos países en vías de desarrollo que no cuentan con escuelas acreditadas para operar a nivel mundial.

Los acuerdos podrían desembocar en una inversión cercana a los dos millones de euros.