«Mi sueño como futbolista es jugar en Primera y quiero cumplirlo con el Mirandés»

Raúl Canales / Miranda
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Pablo InfanteDelantero del CD Mirandés

Pablo Infante es el máximo goleador del Mirandés. - Foto: Truchuelo

Pablo Infante es el jugador que mejor simboliza el crecimiento experimentado por el Mirandés en la última década. Desde Tercera hasta el fútbol profesional las trayectorias de ambos han ido de la mano, hasta el punto de que es imposible entender una sin la otra. Una progresión inusual en el mundo del fútbol a la que solo le queda un peldaño: Primera.

Con 34 años, Pablo espera poder cumplir antes de retirarse el sueño de jugar en la máxima categoría «pero con el Mirandés», enfatiza el delantero, «porque en este club me he formado como futbolista y como persona».

La oportunidad de lograrlo está más cerca que nunca, y en gran medida, depende de su inspiración, porque una temporada más, y ya van nueve, Pablo sigue siendo el referente del equipo y el jugador más determinante. A pesar de los refuerzos que llegan año tras año o de haber subido dos categorías, de sus botas nacen las pinceladas de mayor calidad y la mayoría de los goles. Pero el papel de protagonista que tan bien sabe interpretar sobre el terreno de juego, le resulta incómodo fuera de él. «El mérito es colectivo y seguramente si no estuviese yo, otro haría los goles», señala para explicar el buen momento por el que atraviesa, base sobre la que se ha cimentado la escalada rojilla en la tabla.

Y es que los números reflejan que su rol de salvador se ha agigantado esta temporada, quizá la más completa desde que está en el Mirandés, aunque «las anteriores también he disfrutado mucho no solo del club, sino de la ciudad, la afición y los compañeros».

Por eso, ahora que vive un presente dulce tanto en lo personal como en lo colectivo, no se olvida del pasado, sobre todo a la hora de agradecer el trabajo de las anteriores directivas, y de forma especial de la que le brindó la oportunidad de recalar en Anduva, encabezada por Félix Pipaón. «Todos han puesto los mimbres para que tanto yo como aquel equipo de Tercera al que vine, crezcamos y podamos estar hoy donde estamos».

En la casi intachable carrera de Pablo como rojillo únicamente hay un borrón: la pasada campaña, en la que las lesiones le impidieron gozar de continuidad, una mala experiencia de la que se está desquitando esta temporada y que ahora espera culminar con un hito histórico.

«Ascender sería el broche perfecto a esta etapa porque habría pasado por todas las categorías con el club que me ha dado todo», admite Pablo, quien reconoce que las aspiraciones rojillas de poder luchar hasta el final por estar arriba pasan irremediablemente por ganar en Córdoba. «El margen de error es escaso porque quedan pocos partidos y tenemos que recortar puntos, pero si logramos un buen resultado esta jornada quedaremos a tiro de piedra del play off».

Además, para Pablo, el calendario puede ser un aliado mirandesista en la recta final porque «tenemos que jugar contra rivales directos y eso ayuda, aunque casi todo depende del resultado de este sábado».

De este modo, el choque en Córdoba se presenta como trascendental para el futuro rojillo. Dos puntos separan en la tabla a ambos equipos, que además llegan en una línea ascendente a la cita, aunque con estilos de juego muy diferentes. «El míster nos irá analizando con más detalle al rival a lo largo de la semana, pero en líneas generales es un equipo al que le gusta jugar el balón y llevar el peso del partido», señala el delantero, unas características que «nos pueden venir bien».

Entrenamiento

En otro orden de cosas, la plantilla mirandesista se ejercitó ayer en doble turno y hoy lo hará en sesión matinal a partir de las 10.30 horas. Por el momento, las únicas bajas son las de Mujika y Manuel Lucena.