Múltiples deficiencias en el edificio de Sindicatos

J.M.
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Las organizaciones piden a la propiedad que invierta en el arreglo y admiten su parte de culpa en el escaso cuidado

Múltiples deficiencias en el edificio de Sindicatos - Foto: Alberto Rodrigo

Los muchos años de desidia y de dejadez por parte de los inquilinos y de la propiedad del edificio de Sindicatos de la calle San Pablo pasan factura. Ha sido la obligatoriedad de someter el inmueble a la Inspección Técnica de Edificios (ITE) la que ha puesto al descubierto innumerables deficiencias de las que su primera consecuencia será la colocación en las próximas semanas de una malla en la parte superior del inmueble y de una marquesina a mitad del bloque para detener los posibles desprendimientos de la fachada que se pudieran producir.

En junio de 2017, Patrimonio Sindical Acumulado, el ente dependiente del Ministerio de Trabajo y propietario del edificio, entregó al Ayuntamiento de Burgos la evaluación de la ITE que se le había requerido y en donde figuran ya «deficiencias aparentes que comprometen la seguridad y la salubridad» como son la presencia de «vidrios rotos y/o desprendidos» y el «mal estado o el riesgo de desprendimientos» desde la azotea y el balcón de la segunda planta de elementos como «barandillas, antepechos, petos, balaustradas, rejas o cierres de seguridad».

Los profesionales contratados por el Ministerio de Trabajo para realizar esta tarea determinaron que la ITE tiene que ser valorada como desfavorable. Se sucede el tiempo y, según relatan desde la comunidad de usuarios del edificio de la calle San Pablo (integrada por los sindicatos CCOO, UGT y CGT), es en el momento en el que se quiere hacer una revisión en el tejado del inmueble para atajar unas goteras, cuando los arquitectos que lo visitan advierten de la existencia de problemas más graves.

Los sindicatos deciden entonces encargar un informe exhaustivo sobre la situación del inmueble que incide en los errores ya detectados por la ITE e incluso los describe con más detalle. Un trabajo que finalmente Patrimonio Sindical Acumulado acepta asumir como suyo y decide pagar. Decide que empezará a trabajar en los problemas más prioritarios y garantiza, a través de un correo, que también afrontará otras mejoras.

A lo largo del informe se detallan innumerables deficiencias. Las más graves y urgentes son las que podrían provocar desprendimientos a la vía pública por la presencia de «piezas agrietadas, despegadas y con desplazamiento hacia el exterior» en el pórtico de la azotea o las «piedras sueltas» que hay junto a la balaustrada de la segunda planta.

También se enumeran problemas en la cubierta (tejas rotas), goteras y humedades en diversas estancias de los pisos superiores, canalones deformados, agujereados o que incluso se interrumpen y llevan el agua hacia las paredes del edificio, bocas de extinción de incendios (BEI) vacías, deficiencias en los ascensores...

En los sindicatos defienden, pese a las numerosas deficiencias, que la situación «no es alarmante». Un argumento que se apoya en que los técnicos no ven problemas estructurales en el edificio. Pero al mismo tiempo reclaman al Patrimonio Sindical Acumulado que comprometa inversiones plurianuales para dejar el inmueble en una situación óptima. Porque si algo temen es que solo se acometan las medidas de prevención urgentes y estén durante años con la malla y la marquesina en el edificio.

El presidente de la comunidad de usuarios del edificio de la calle San Pablo y representa de CCOO, Juan Núñez, reconoce que los inquilinos (los sindicatos) «no hemos sido todo lo responsables que deberíamos», pero recuerda que hace ya cerca de un año empezaron a tomar algunas medidas encaminadas a mejorar el mantenimiento.

Recientemente han adecentado el salón de actos (donde había importantes humedades y se desprendían pequeños trozos de la escayola del techo), arreglado un patio de la primera planta (desde el que se producían filtraciones) e incluso se ha contratado a una empresa de mantenimiento para adecentar algunas zonas que con el paso de los años se han llenado de suciedad y que, en parte, han provocado parte de la situación. Decisiones que se han adoptado con la renovación de la dirección de los grandes sindicatos.