No quedaban apenas 50 metros para alcanzar la cúspide del Pico San Millán, el segundo más alto de la provincia de Burgos. Luis Mariano González Santaolalla subía junto a otros ocho compañeros cuando, tras el esfuerzo de toda la ascensión, se sintió mal y sufrió un desvanecimiento al parecer causado por un fallo cardiorrespiratorio. A pesar de que los facultativos de Sacyl intentaron reanimarle una vez rescatado y descendido hasta Pradoluengo, este hombre de 43 años, vecino de Fresnillo de las Dueñas (al lado de Aranda de Duero), fallecía sobre las 17 horas de ayer.
La llamada de sus compañeros de escalada al Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León se producía sobre las 13,30 horas, justo cuando el montañero acababa de desmayarse y no respondía a las voces de sus amigos. El Grupo de Rescate y Salvamento de la Junta de Castilla y León se movilizaba rápidamente para llegar hasta la localidad burgalesa de Santa Cruz del Valle Urbión, donde se encuentra el Pico San Millán, a fin de socorrer al excursionista, que se encontraba con vida, a pesar de que su pulso era muy débil.
Acudieron con el helicóptero ya que un rescate a pie era poco menos que imposible. Los montañeros se encontraban en la cara norte de la montaña, muy cerca de la laguna, por lo que eran necesarios medios aéreos para descender a la víctima hasta el pie del monte.
Al llegar a la zona, cubierta por una espesa niebla en ese momento, el helicóptero dejó a los dos rescatadores (bomberos) en un lugar próximo a la víctima, con el fin de que pudieran acceder a él a pie. Allí, los dos efectivos introdujeron a la víctima en una camilla con el fin de estabilizarla. En un instante en que el cielo se despejó de nubes aprovecharon para izar al montañero con la ayuda de la grúa. A continuación el varón fue trasladado hasta el campo de fútbol de Pradoluengo, donde varias patrullas de la Guardia Civil de la zona habían acondicionado el terreno para la llegada de la víctima. Hasta allí se desplazó también el helicóptero medicalizado de Sacyl. Los facultativos intentaron reanimarle pero no pudieron. Terminó muriendo al parecer por un fallo de origen cardiorrespiratorio.
En Fresnillo de las Dueñas, a escasos kilómetros de Aranda de Duero, no daban ayer crédito a la noticia. Luis Mariano González Santaolalla tenía 43 años y vivía en la Plaza Mayor, al lado de la iglesia del pueblo. Se había casado hacía algo más de dos años y no tenía hijos. Los vecinos con los que contactó ayer este periódico señalaron que se trataba de «una muy buena persona, muy trabajador».
Estaba empleado en la empresa farmacéutica Glaxo, de Aranda de Duero, pero también ayudaba a su padre en el cultivo de unas viñas que trabajaban cerca del pueblo. De hecho poseía una pequeña empresa relacionada con la elaboración y crianza de vinos, Fresvino. Asimismo, formaba parte de un grupo de dulzaineros de la localidad. En el municipio de Fresnillo indicaban ayer que sí que le gustaba el deporte, las caminatas por el monte, pero como mero aficionado.