La marea azul vive su noche soñada

J.C.M. / Burgos
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Más de 3.000 personas vibraron con su Autocid en El Plantío. Fueron 40 minutos de sufrimiento que dieron paso a una alegría desbordada y una fiesta entre jugadores y afición que se alargó toda la noche

El posado con la copa de campeones de la Liga. - Foto: Alberto Rodrigo

Eran poco más de las 11,15 de la noche cuando Pep Ortega agarraba el balón con rabia y se lo escondía debajo de la camiseta. El Autocid había consumado lo que tantos años le ha costado, el ascenso a ACB. Los más de 3.000 aficionados que acudieron a El Plantío, y los miles que lo vieron por televisión, explotaron de alegría. Burgos tendrá, por primera vez en su historia, un equipo en la máxima categoría del baloncesto español y se codeará ni más ni menos con los grandes de Europa, como Real Madrid o Barcelona.

Hubo mucha alegría, pero también lágrimas. Las de un emocionado Marcus Vinicius, superviviente de aquella derrota ante Menorca y que apenas podía articular palabra. También lágrimas de Rocchia, lesionado y con muletas. Pero, sobre todo, hubo pasión y el pitido final desbordó toda la tensión que tenían acumulada los aficionados y, sobre todo los jugadores, tras un partido dramático, con varias alternativas en el marcador y unos últimos cinco minutos apasionantes.

Nadie abandonaba el pabellón. Todos querían vivir una noche histórica, compartirla con sus héroes. Los jugadores lo celebraron con una afición a la que tanto deben, una afición que ha sabido estar en los momentos duros, apoyar siempre a su equipo y, con sus ánimos, levantar en los peores momentos a su equipo.

Sobre la pista, uno a uno, los jugadores fueron recibiendo sus trofeos. Algunos, los más eufóricos, no paraban de saltar. Allí estaba Marcus Vinicius, el gran ídolo de la afición, con su bandera brasileña; o Alberto Miguel, ese gran jugador que vino como temporero para un par de meses y ha firmado una temporada magnífica. Mientras, Sikma recibía, sin saber muy bien  en ese momento lo que era, el trofeo al jugador más valorado de la temporada.

Como no, hubo corte de la red del aro, a cargo de Marcus Vinicius, el posado con la copa de campeones de la Liga, la foto con toda la directiva y a partir de ahí la fiesta sobre la pista se regó con cava, mientras los 3.000 aficionados seguían allí, con sus jugadores, los que les han llevado a poder disfrutar de la mejor liga de Europa de baloncesto, la soñada ACB.

Hoy, recepción municipal y fiesta en la Plaza Mayor

El día de hoy va a ser muy intenso para la gran familia del Club Baloncesto Atapuerca Autocid. Como quiera que esta pasada noche habrá sido aprovechada por los jugadores para quitar tensiones y celebrar el ascenso a la ACB con sus amigos, familiares y aficionados; la actividad programada para hoy no comenzará hasta las 19.30 horas. La Big Bolera será el punto de partida para la plantilla, cuadro técnico y directivos del Autocid. En un autobús recorrerán la Avenida de la Paz, San Lesmes y calle Vitoria hasta llegar a la Plaza del Rey San Fernando.

A las 8 de la tarde realizarán una ofrenda floral en el Altar Mayor de la Catedral y el ascenso a ACB a Santa María La Mayor, patrona de Burgos. Terminada la ceremonia, se encaminarán hacia la Plaza Mayor para ser recibidos en el Ayuntamiento por el concejal de Deportes, Ángel Ibáñez. Hará los honores de recibir la copa de campeón de la LEBOro que ayer entregó al Autocid el vicepresidente de la Federación Española de Baloncesto, Juan Martín. Finalmente, la celebración acabará en el Espacio EVO, restaurante del Fórum Evolución Burgos, en el que todos brindarán por la culminación de un sueño.