La Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) es un lobby compuesto por multitud de empresas, tanto españolas como internacionales, que pelean por algo que no está de moda: ser el mejor en tu sector. Y es que, ya lo decía Darwin al afirmar que «no sobreviven los más fuertes ni los más inteligentes, sino los que mejor se adaptan a los cambios». Además, APD es generosa y no solo no le importa compartir con el resto de los mortales las claves del éxito de algunos negocios, sino que, incluso, les premia. Así, Enrique Sánchez de León, junior que dirían los americanos, que es el director general de la entidad, animó a los valientes que quieren desarrollar una iniciativa empresarial, pues la crisis debe ser una oportunidad para hacer cosas nuevas.
En esta VI Edición del Premio Internacional al Mejor Modelo de Negocio hizo las funciones de madrina de la ceremonia Maite Fuentes, directora general de Development Systems. Una silla muy incómoda y una falda un pelín corta mantuvieron a los asistentes al acto pendientes en todo momento de sus palabras, y eso que me confesó que estaba muy nerviosa al hablar ante un público tan selecto. La galardonada en esta ocasión fue la cerveza Mahou San Miguel, siendo su director general, Alberto Rodríguez Toquero, quien con voz temblorosa pero con ideas firmes habló de esta firma, que lleva 125 años haciendo felices, a veces demasiado, a millones de españoles. Una cosa que es importante para cualquier empresa son sus empleados y el 97% de la plantilla de la cervecera la componen contratos indefinidos. De hecho, en la compañía está prohibido mandar e-mails de trabajo los fines de semana y a las 19,30 horas se recuerda por megafonía que cada mochuelo a su olivo y que lo que tengan que hacer que lo dejen para mañana.
Carmen Hinchado, de Endesa, comentó el gran acierto que fue en los anuncios de Mahou incorporar gente como Alejandro Sanz, mientras que Alberto Navarro, CEO de SEUR, habló de la fuerte competencia que suponen las cervezas artesanales. El presidente de Optenet, Francisco Bernal, preguntó por el relevo generacional que la familia vive desde la cuna, pues se les enseña el negocio a todos los miembros. Cierto es, también hay que decirlo, que se trata de una empresa que funciona y así es más fácil implicar al personal.
Otras firmas quisieron mostrar también cómo hacen para vencer a sus competidores. Hugo Rovira, director general de NH Hoteles, es un ejecutivo de mano de hierro en guante de seda y declaró que, como la plantilla es lo más importante, en cuanto se detecta gente con poco talento hay que echarles rápido para que no contaminen. Por su parte, María Paramés, de Bankinter, opinó que no se puede construir una gran empresa sin la total implicación de sus empleados y, para ello, terció Rosa Sanz, directora general de Recursos de Gas Natural Fenosa, nada mejor que poner en marcha generosos planes de retribución, monetaria o en especie. Tomás Villén, CEO de Porsche España, estaba muy feliz a pesar de que su grupo matriz afronta una de las mayores indemnizaciones de la Historia.
Y, como ejemplo indiscutible de un sector que en pocos años se ha convertido en el líder mundial, se metieron en fogones al reunir a Paco Roncero, chef ejecutivo de la cadena NH y poseedor de dos estrellas Michelín, Enrique Pérez, propietario del restaurante El Doncel Sigüenza, y Rodrigo de la Calle, asesor de Makro, del restaurador con más estrellas Michelín del mundo y, como dice él, hacedor de alta cocina verde. Roncero aseguró que es un placer que los niños ahora lleven sus chaquetillas de cocinar para que se las firme, comprometiéndose a compartir su sabiduría con otros compañeros con la promesa de que transmitan lo aprendido a siguientes generaciones, como ya hicieron los grandes cocineros vascos. Así, recordó que algunos de ellos han creado emporios sin haber estudiado empresariales, porque han contado con especialistas en otras materias.
Mientras, Pérez advirtió de que para innovar hay que viajar y que las estrellas Michelín, para lo que valen, es para que la gente visite una región, no para competir entre sus poseedores. Intuición, creatividad, diversificación, especialización, I+D+i, ofrecer experiencias únicas al cliente, son asuntos aplicables a todos los campos, también a la mesa. Con todo, los tres chefs recordaron que en el mundo hay 60.000 restaurantes italianos, 30.000 franceses y 2.000 que dicen ser españoles, porque ofrecen tapas y paella con chorizo.
PLANES A LARGO PLAZO. El acto concluyó con las palabras de Francisco Román, presidente de Vodafone España, y del jurado de estos galardones y menciones, que sostuvo, con mucho humor, que «cuanto más ejecutivo soy menos capacidad de decisión tengo», en referencia a que hay que dejarse asesorar y apostar por los planes a largo plazo.
En la actual sociedad, este período se establece entre después de comer y la semana que viene, aseguró. «Hay que dejar madurar los proyectos, tenemos la tendencia a la inmediatez y a que todo se resuelva rápido y hay que ser muy paciente, al menos en el mundo de los negocios», sentenció. Eso sin descartar la audacia que, en su opinión, genera energía que debe combinarse con la prudencia y la paciencia, en un mix cuyos porcentajes no rebelaron. Román es un hombre nervioso y encima lee a los clásicos, con lo que de su mente maravillosa puede surgir cualquier genialidad.
Entre el público asistente también se pudo ver a Javier Pérez, histórico directivo de Leaseplan, y a Juan Jordano, uno de esos consejeros independientes presentes en varias firmas y a los que la gente pregunta: ¿Cómo es un consejero independiente? Pues como Juan Jordano. También estuvo Leonardo Herrán, director general de General Mills.
Antes de despedirme les diré que nunca he entendido eso de que los actos se retrasen 10 minutos por cortesía con los que aún no han llegado. Y ¿qué pasa con los que no son maleducados y acuden a la hora? Corregir estas cosas también es hacer país. He dicho.