Haga frío o calor, la de hoy es una noche especial. El centro de la ciudad se convierte en un museo al aire libre, un gran teatro de los sueños. Para la Noche Blanca de esta edición hay proyectadas hasta 120 actividades. Pero esta cita, ya consolidada entre los burgaleses, no surge como por ensalmo.De la mano de Miguel Alonso, técnico de Cultura y coordinador de la Noche Blanca, conocemos los entresijos, la trastienda de un evento de estas proporciones. «Es un acontecimiento cultural en su dimensión humana, es un formidable proyecto movilizador, una invitación al desafío que tiene como objetivo principal la implicación y la participación del conjunto de las estructuras culturales de la ciudad», dice Alonso.
Es a finales de diciembre cuando se ponen manos a la obra, «la maquinaria para que todas las instituciones, asociaciones, colectivos y ciudadanos unan sus esfuerzos para ofrecer unas actividades que agrupadas». No es tarea fácil: exige coordinación, voluntad, gusto... Van llegando las propuestas y empieza el engranaje de los horarios, el conjugar cada actividad y promocionar. «Es importante el espacio y la actividad, intentar que los lugares que vemos habitualmente esa noche sean vistos de otra manera, de una forma diferente», explica Alonso.
Otro punto importante a tener en cuenta son todas las necesidades humanas y técnicas que hay que coordinar. «Son muchos palos a tocar, desde la iluminación al sonido, los escenarios a las sillas, vallas y elementos diversos. También es importante el tema de seguridad en cada espectáculos».
La clave del éxito es, para Alonso, el grupo humano: «El Ayuntamiento está cargado de grandes profesionales que desde sus distintas áreas y dependencias ponen su trabajo, su esfuerzo y todo de su parte para que salga esto adelante. Prácticamente son todas las secciones municipales las que están implicadas, y eso hace que se de más importancia teniendo en cuenta el respaldo, la ilusión y la concurrencia de todos los burgaleses a la Noche Blanca.
122 colectivos, instituciones, asociaciones, empresas participantes; 445 músicos, coralistas, artistas, bailaines, ilusionistas, actores; 34 establecimientos de hostelería... Cifras de vértigo que dan idea de lo que custa organizar un evento de esta magnitud.
Sugerencias
A Miguel Alonso le cuesta mojarse, pero depende de gustos, pero él no se perderá Corazón de tarta en la Plaza Mayor de Burgos (22,30, 00,00 y 01,30 horas). Recomienda todas las exposiciones, «pero la de Vela Zanetti en la Sala de Exposiciones del Fórum merece la pena». Una escultura móvil y sonora ‘La escalera de Jacob’ en la Sala Valentín Palencia de la Catedral (entrada por C/ Paloma-C/ Diego Porcelos) «no nos dejará indiferentes».El coordinador de la Noche Blanca sugiere también el teatro de la mano de la Escuela Municipal de Teatro en el Clunia y en el Salón de Actos de la Casa de Gamonal. Y en Gamonal, la performance El Pueblo Maldito.