Como un año en blanco. Así pueden definirse los 365 días transcurridos desde las fiestas de 2014 en Cortes en lo que a la solución de algunas de las demandas del barrio se refiere. Y es que ninguna de ellas se ha abordado, ya sea por parte del Ayuntamiento o del Ministerio de Fomento. ¿El por qué? Siempre el mismo, la falta de dinero.

Así, si en el verano de 2014 el Consistorio se comprometía a finalizar la canalización de agua y electricidad del sector S-20, abandonado por la quiebra de la constructora, meses después se constataba que la fianza de la empresa -150.000 euros- solo daba para acometer las mejoras más urgentes. Pero ni eso. Nada ha cambiado en el panorama y la mejora de esta zona se antoja incierta.

«Se sigue en las mismas circunstancias, hemos tenido reuniones y siempre las palabras son las mismas: ‘no hay dinero, no es posible, no es viable’», apunta Jorge Pardo, vocal de la asociación Cortes Siglo XXI. Negativa que no implica que vayan a arrojar la toalla: «nuestra misión es la lucha, estar ahí y que se vea que no abandonamos el tema», asegura, aunque reconoce que «es como encontrarse ante a un frontón».

Tampoco el nuevo equilibrio de fuerzas en la corporación municipal está ayudando demasiado a solucionar problemas. «Nos llaman antes de elecciones o de algún pleno, pero no tanto para ayudar, sino como arma contra el equipo de Gobierno», lamenta Lucía Peña, secretaria de la asociación.

No es la única queja: la segunda fase de la reforma de Cortes, el arreglo de las sendas que circundan el casco urbano o contar con una persona que gestione el centro cultural, que acoge un gran número de actividades todo el curso -«y funciona muy bien, reconoce Peña, «aunque no haya dinero para una mampara que nos permita desdoblar salas»- son otras demandas desatendidas. 

Las escasas mejoras, como el repintado de bancos y el corte de maleza en la carretera, se han realizado en las últimas semanas «porque son fiestas», aseguran. También en el lado positivo la futura creación un distrito que englobe a los barrios periféricos es vista con buenos ojos por los representantes vecinales, convencidos de que guardan más similtudes y problemas con Cótar o Villatoro que con la zona sur.

El consistorio no es la única administración que no ha dado la respuesta que Cortes esperaba. Fomento ha denegado la instalación de pantallas acústicas que reduzcan el ruido que padecen los habitantes de las viviendas situadas cerca de la circunvalación. La respuesta: la habitual, que no hay fondos y que no es una prioridad.

 

De fiesta.

Mientras algunas de estas reivindicaciones son atendidas, esta tarde arrancan las fiestas de San Bruno. Aunque no han podido contar con la carpa que el Ayuntamiento ofrece a los barrios y no han podido celebrar por motivos administrativos la carrera que en los dos años anteriores se celebró el fin de semana anterior, lo cierto es que el ánimo no cae.

La aportación municipal vuelve a ser de 4.573 euros, pero el presupuesto real roza los 7.000, «gracias a los patrocinadores», como recuerda José Manuel Alegre, tesorero de la peña Los Repintas, encargada de la organización.

Junto a los actos para chavales, la cena de disfraces de esta noche cuyo tema es el circo, la discomóvil o la verbena, para la que les gustaría contar con una mayor flexibilidad horaria, el domingo la plaza acogerá la IV Concentración de Vehículos Históricos. Un evento que va creciendo, en el que el año pasado hubo más de 110 participantes, que ya es una de las más importantes del norte de España, según Alegre, y que está previsto que cuente con la presencia de un Ford de la década de 1890.

 

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